Lo mejor de los 2000s /// Festivales

Por: Taylor

Siguiendo con el recuento de lo mejor de la década, una de las grandes cosas que ha sacudido a México -en medio de las crisis, inundaciones, impuestos y desórdenes políticos- ha sido el “Festivalitis”, que quizá en ocasiones nos ha dejado con los bolsillos rotos, pero también nos ha dado la oportunidad de ver algunas de nuestras bandas favoritas del momento reunidas sobre el mismo escenario y lo mejor, es que bajo el mismo precio y en ocasiones, con bebidas o souvenirs gratis. Algunos han sido sufribles, o un desorden total y otros, una maravilla; lo cierto es que siempre resultan siendo una experiencia qué recordar y que incluso van dejando heridas de batalla… pero como diría la canción: ¡Todo sea por el rockanroll!

Manifest

A este festival hay que reconocerle varias cosas: fue plataforma de bandas mexicanas que hoy en día son un trancazo como Austin TV, Belanova, Porter, Quiero Club y hasta Zoé. En sus primeros años se arriesgó a poner talento joven en escenarios donde también desfilaban grupos (que no muchos se arriesgaban a traer) de la talla de Ian Brown, Bloc Party, The Kills, Teddybears, Yo La Tengo!, The Horrors y hasta Interpol y The Rapture en su última edición; en la que si bien dejaron mucho qué desear por su organización (largas filas para comprar comida, se agotó la cerveza) también presentó a un gran cartel.

Indie-O Fest

Un festival que, como su nombre lo dice, es independiente y creado por músicos (Chikita Violenta y compañía). Comenzó con un pequeño festival en el Hard Rock Live de la ciudad de México, pero después pasó al José Cuervo Salón y al Lunario del Auditorio Nacional para recibir más audiencia. En su cartel ha tenido a bandas como Broken Social Scene, The National y No Age; importando el talento de muchas bandas canadienses que siempre han resultado ser una gran propuesta para el público nacional. En la edición pasada, incluso, dejó de ser un festival para convertirse en una gran fiesta donde hasta llegaron mariachis a acompañar a Broken con trompetas, aunque la mala escena fue cuando los organizadores subieron al escenario cual graduación de Universidad. ¡OK! Entendemos que estaban muy contentos por el evento y la fiesta, pero… ¿al público qué?

Motorokr

Sin duda, uno de los festivales más esperados cada año porque en su line up siempre se ha caracterizado por incluir a grandes bandas internacionales como The Killers e Incubus. Tan solo el año pasado presentó a NIN con su show completo, Stone Temple Pilots y The Flaming Lips con todo lo que involucra su producción. Los boletos no son lo más barato del mundo, pero tampoco como para empeñar un riñón, sobre todo, al tener a tantas bandas grandes bajo el mismo costo, vale la pena.

Vive Latino

Este es uno de los eventos que, lejos de ser un simple festival anual, se ha convertido en todo una tradición, tanto para las bandas que quieren estar en el cartel, como para el público que año con año asiste por gusto y hasta costumbre. Ha sido un escaparate para bandas nuevas, quienes en ocasiones se han presentado sin un disco formal a la venta, también ha sido el espacio perfecto para los regresos y para ver a aquellas agrupaciones que tanto extrañábamos, como La Lupita, Jaguares con un set de Caifanes, Maldita Vecindad, Fobia… etc. El Vive año tras año se convierte en una fiesta local, donde la diversidad de sus sonidos aplica también en la diversidad de su gente. Por si fuera poco, un festival que comenzó teniendo muchos accidentes como, el que se terminara el agua natural, los pisos de plástico voladores, las alfombras desprendibles y que luego son convertidas en fogatas; han hecho que los organizadores aprendan, lo cual se agradece cuando uno asiste esperando ver 12 horas continuas de buena música. Ha tenido buenos y malos carteles, pero sigue creciendo y creciendo.

MX Beat

Este se ha convertido en uno de los festivales favoritos de mucha gente, gracias a que: los boletos son baratos y sólo se pone a la venta un número pequeño de ellos, por lo que nunca hay sobre cupo, aunque eso implica que las entradas se terminan rápidamente. A pesar de llevarse a cabo al aire libre – casi siempre bajo un frío infernal- hay barras suficientes de bebidas y comida –no pierdes mucho tiempo comprando alimentos-, hay un espacio lounge para reposar mientras comienza tu banda favorita. Hay un escenario especial para música electrónica, la carpa donde la fiesta no termina sino hasta altas horas de la noche. En ocasiones los organizadores sorprenden a los asistentes con souvenirs como playeras, sudaderas, mochilas, cigarros y hasta bebidas gratis. ¡Así quién no sentiría bien recibido? Y por si fuera poco… un cartel impresionante. En sus ediciones nos ha vuelto locos con The Beastie Boys, M.I.A., Jarvis Cocker, N.E.R.D., Cribs, Architecture In Helsinki, entre otros que, comparten escenario con talento nacional. Recorre varios lugares como Guadalajara, Monterrey, Puebla y Querétaro. Sí, está auspiciado por una gran marca, pero, pensándolo bien, ellos sí saben cómo recmpensar nuestros pulmones extintos.

Festival Extremo

En el nombre lleva la penitencia, y no precisamente por ser un evento que reúna “sonidos extremos”, sino porque en verdad, es una aventura extrema sobrevivir a éste. En la última edición ofrecieron un cartel en el que se encontraba Moby y Underword, además de Austin TV y más bandas; así como un área de campamento, regaderas, y todos los servicios que el público pudiera necesitar. Al llegar, no sólo el lugar estaba retirado de cualquier civilización, sino que no había alumbrado para los que llegaban por la noche, quienes tenían que caminar entre el bosque en medio de la oscuridad. Al llegar, no había ni regaderas y ni un “área de campamento”, salvo un área verde al lado de los escenarios donde se instalaron las casas de campaña. Había entre 4 y 5 escenarios, uno pegado al otro, por lo que, mientras veías a Moby, podías escuchar lo que sonaba en el escenario de al lado. Por cuestiones de presupuesto – no les pagaron a las bandas- algunos grupos cancelaron su participación y se redujo el cartel a lo largo del día. Hubo algunos guerreros que a pesar de estas pésimas condiciones se quedaron a acampar en medio de el frío y por si fuera poco, aguantando una tormenta. Para colmo, el evento intentó realizarse en Guadalajara, donde de la misma forma, fue un fracaso.

Sonofilia

Qué mejor headliner para un festival mexicano, que Björk, quien estaría acompañada por Jay -Jay Johanson y Ratatat, entre otros, en medio de la noche, en un “escenario natural”, como la Barranca de Huentitán, en Jalisco… Los boletos para este evento sí costaron casi un riñón (más de 800 pesos), más el traslado a la ciudad, la gasolina y para muchos, la perdida en medio del pastizal para encontrar el lugar. Un sitio mal ubicado donde podías ver todo menos la famosa barranca, y donde la tormenta de polvo fue la que terminó con nuestros pulmones. Sí, el espectáculo de Björk fue increíble, pero sin duda, muchos se llevaron un mal sabor de boca de este evento.

Música para los Dioses

Prometen que será una aventura sin igual, con área para acampar desde donde podrás ver las pirámides de Teotihuacán, pero lo único que puedes ver, es un terreno polvoriento, con dos escenarios alejados e instalaciones peores que en campo de concentración. Nos queda claro que los eventos para “acampar” aún no son mejor en nuestro país, ya que muchas veces los organizadores realmente no consideran los espacios ni los servicios necesarios para el público que pretende quedarse a dormir después de una noche de rock – aunque tampoco existe la gran cultura de acampar-. Al llegar a este pseudo rancho, si logras ver algo tras la enorme nube de polvo que se encuentra en el lugar, es una maravilla. No siempre presenta un cartel rico e innovador, sino a las mismas bandas de siempre, que puedes escuchar cualquier otro día, en El Imperial o en el Vive Latino, sin arriesgarte a pasar una noche en este lugar donde, de verdad, no disfrutas ni de la música y mucho menos, ver a los dioses.

Festival Colmena

Uno de los eventos más polémicos de la década. Pintaba para ser un evento no sólo diferente, sino con propuesta, pero terminó siendo uno de los más sonados por su mal resultado. Se había hablado de un “área natural reservada” en Tepoztlán, lo cual terminó siendo una cancha de fútbol municipal. Para llegar tenías que abordar el transporte del evento, el cual se tomaba en Cuernavaca, aunque uno que otro vivo aplicó la de llegar en su propio vehículo. Aunque los organizadores tuvieron la buena intención de apoyar a los vecinos del lugar, ofreciéndoles vender comida en el evento, éstos se vieron más listos y no sólo vendieron quesadillas, sino botellas de alcohol clandestinamente – ya que se trataba de un evento limpio de alcohol-. Al ser un área natural, obviamente no se contó con los accesos para aquellos en sillas de ruedas, en sí, los accesos eran limitados tanto para el transporte, como para la gente a pie… El festival comenzaba bien, pero conforme fue avanzando se transformó en un evento donde milagrosamente no ocurrió un accidente. La presentación de Sigur Rós, el headliner del festival, fue accidentada luego de que uno de sus integrantes cayera enfermo a medio show, por lo que tuvo que acortarse el set de los islandeses. Al salir la gente, la sorpresa fue que los camiones de regreso nunca estuvieron listos. Falta de logística, planeación y previsión, que les valió una serie de quejas y demandas.

Si bien, ésta es una selección de algunos eventos más relevantes de los últimos años, por su buena realización, o por la pésima experiencia que han ofrecido.

¿Tú que haz vivido en estos o en otros que recuerdes?