10 años de Ibero 90.9

Por moonman @moonmanmex

Todo comenzó con un rumor de que Radio Ibero, como se conocía en ese entonces y cuyos escuchas no eran más que algunos oriundos del pueblo de Santa Fe, desaparecería para dar paso a un nuevo proyecto. Muchos amigos y maestros que en ese entonces tenían programas chuscos y “experimentales” estaban espantados porque se les quitaría un espacio de expresión; aparte de que fue una movida (rumores dicen) para quitar ciertas cabezas, o mejor dicho fósiles, que tenían tomada la estación al dominar casi todos los horarios y programas de la estación.

En mi primer semestre, otoño de 1998 para ser más exactos, compartí una hora (de las dos que tenía) del programa llamado Rock en el tiempo, donde empecé mis pininos en la radio, donde básicamente seguíamos el juego de la “radioactividad” de ese entonces: choro-rolita- choro.

Volviendo al rumor, efectivamente el departamento de Comunicación estaba buscando a los pioneros de esta nueva etapa. Lo único que tenías que hacer era realizar una entrevista con Juan Carlos Henríquez, que sería el primer director de la estación, para que indagaran si eras apto para pertenecer a este proyecto. La entrevista fue breve: ¿Por qué quieres estar aquí? ¿Qué propones para cambiar?, etcétera. Luego de unas semanas, y como buena metodología universiaria, se imprimió una lista en el Departamento con los nombres de los pioneros, la cual no rebasaba el número de 15.

Este grupo se sometió a un curso titulado “Introducción a la Producción Radiofónica” que inició un 20 de abril de 2002 durante varios meses todos los sábados. En realidad no sabía la magnitud de lo que me estaba metiendo hasta vi el programa de este curso y quiénes lo darían. El curso inició diciéndonos: “La radio es la primera fábrica de sueños”, y era tal la pasión y enfoque que nos daban en el curso que realmente nos fuimos dando la idea de que estábamos en algo grande: pasábamos desde la historia de la radio, el diagrama de flujo de una estación, modulación de la voz, aspectos técnicos, programación, y demás temas que eran piezas de un todo que poco a poco íbamos armando. Las clases más importantes: la de Jaime Pontones, nunca había visto a alguien tan apasionado por la labor que realiza un locutor; y Martín Hernández, que nos dió la primicia del corto de Iñárritu del 9/11 donde el sonido lo era todo, y que con toda emoción decía que ver una antena isada en la Ibero era algo por lo que él e Iñárritu habían batallado en sus épocas universitarias.

Pero el día simbólico fue el 20 de mayo de 2002, día en el que se lanzaron las llamadas Pruebas de Transmisión por parte de los ingenieros, ya que hay que resaltar que la estación es de las pocas que tienen una potencia considerable y que no interfieren con la señal de sus vecinas, siendo una inovación por parte de los “inges” (unos grandes filósofos de lo científico y de la vida). La primera canción que se escuchó en la frecuencia de 90.9 fue “Hopelessly Devoted to You” de Olivia Newton John, ya que los ingenieros pusieron los MP3 que tenían a la mano. Yo me encontraba en la Bienal de Radio y la verdad me emocionó estar a varios kilómetros (sin una lata de Sprite en la antena de por medio) para escuchar una nueva frecuencia. Curiosamente  Radioactivo cumplía en esos días 10 años de vida en medio de su peor crisis.

Esa noche no podía de dejar de escuchar esa media hora de canciones que se repetían constantemente, muy dentro de mí sabía que tenía que hacer algo. Fue al otro día cuando el recién inaugurado gerente de la estación, Gustavo Rodríguez, le dije que quería programar la estación y que llenaría con toda la música posible el catálogo de la estación, el accedió inmediatamente. Yo siempre he sido un melómano y me encantaba comprar discos (aunque la tradición se volvió poco a poco en bajarlos) y fue como por un gusto muy ecléctico se empezó a configurar la personalidad de la estación.

En esas primeras semanas, un jóven de escasos 19 años se asomaba par aver qué es lo que hacíamos, Gustavo me dijo que quería programar y que lo orientara para que nos echara la mano. – ¿Cómo te llamas? –Dabid, con “b” de burro –¿Y qué traes? –Los discos de Daft Punk importados de Francia y uno de Carl Cox. Se quedó como programador para los fines de semana.

El tercer miembro de esta tercia de programadores fue Melissa Suárez del Real, a quien le pedí un disco con un acoplado de MP3 que inmediatamente me cautivó por su originalidad: desde lados B de Björk, hasta dulzuras y creaturas nocturnas. Gustavo y yo decidimos que se quedara para darle un toque femenino a la estación durante las noches; yo siempre dije que eran las “Melissa’s Dreamy Nights” porque, por lo menos hasta ese entonces, nunca había escuchado que el mood de las canciones reflejara el ambiente citadino, cosa que tratábamos de hacer con la música.

La música se volvió el lenguaje principal durante esta etapa, en la cual sólo se mencionaba “90.9” entre una interminable lista de canciones, como si un iPod transmitiera durante todo el día. La idea de la imagen musical que teníamos al inicio, y que se convirtió en una regla rudísima que todos seguímos (y que también se aplicó en los primeros spots producidos) era hacer cosas que no se hicieran en ningún otro lado, específicamente de Radioactivo. Así que musicalmente, mientras en ese entonces la música se regía más que nada por lo que las disqueras querían que escucharas, nosotros poníamos lo que nos gustaba o que considerábamos de buen gusto, incluso no respetábamos el orden en que lanzaban sencillos. Ejemplo: mientras todos escuchaban “The Scientist” de Coldplay, nosotros poníamos “Clocks”.

También contamos con la increíble colaboración de algunas personas realmente melómanas que nos brindaron joyas musicales invaluables. Una de ellas fue Juan Vázquez, quien fuera uno de los fundadores del sello Suave Records, que en su casa tenía una colección de discos impresionantes, cada vez que ibamos el departamento de programación era como entrar a la fábrica de chocolates de Willy Wonka por toda la excelente música que tenía. También nos echó la mano Herminio Gutiérrez, quien ha supervisado soundtracks de películas y de series; él tenía una visión muy adelantada de la música y con gustos muy globales. También nos echó la mano Ricardo Zamora, quien nos dió dos discos de MP3 con “canciones clave que Radioactivo tocaba”; y para terminar Uriel Weizel.

Para los primeros spots se creó el personaje llamado Dot el cual que simulaba el punto de 90.9. (La voz de dot era Juan Carlos Henríquez). Como spots preventivos, se utilizaba la música de videojuegos para avisar que el 9 de septiembre se lanzaría la estación bajo el nombre de 90.9.

La primera canción que se tocó cuando se lanzó la estación como 90.9, la cual se podría decir que fue el primer lanzamiento, fue “Radio #1”, original de Air, pero en un cover del Sr. Coconut.

Después se hizo una convocatoria para que mandaran demos de programas a la estación para empezar a generar contenidos hablados. Para nosotros era interesante ver cómo fueron llegando los demos, porque de entrada teníamos una idea muy vaga a quien íbamos dirigidos, y fue así como llegaron los programas ganadores. Los que recuerdo eran Sonidos Objeto, de Brenda Lozano; La Ratonera de Alfonso Vera; Voodoo Jazz de Oscar Adad y companía; Lunchvox de un equipo de productores de audio y creadores de contenido muy buenos; y La Galaxia Jojoba.

Personalmente me agradaba más La Galaxia Jojoba, porque era una especie de radionovel que era creada por un equipo creativo que en ese entonces se llamaban Burbulab, y eran apadrinados por El Muñecón (quien también grabó unos promos identificativos de la estación, ya que él es una de las pocas personas hoy en día que sigue apasionada por la radio). En el programa, dos internautas viajaban a distintos planetas de música para recorrerlos y pasar bizarras aventuras. Inclusive en el capítulo final la persona que “mataba” a los personajes de este programa era el gerente, Gustavo Rodríguez.

Otro programa que me resultaba interesante era Lunchvox, porque reflejaba perfectamente lo que en un inicio Juan Carlos Henríquez y Gaby Warkentin querían hacer: una radio hipertextual que combinara música con cápsulas informativas de contenido diverso que podrían durar desde unos 15 minutos a una hora que fueran ocasionales y sin horarios fijos. A mí esa idea se me hacía tremendamente atractiva, y es más, una vez el propio Henríquez dijo que esa día era inspirada por la diversidad musical de la programación musical de la estación, ya que combinabamos desde las nuevas propuestas como Interpol, Yeah Yeah Yeahs, The Rapture o The Libertines (que aseguraría que fuimos los primeros en programarlos), pasando por música de videojuegos, musicales, y caricaturas.

Poco a poco la estación fue adqiriendo forma e interés por parte de la gente, orillando a que la misma Universidad retomara el control sobre la estación. Fue difícil para los que estábamos ahí, ya que de repente había coberturas extrañísimas como el informe del Rector, conducido por los primeros locutores de la estación, quienes experimentaban sus primeros pininos en la radio gracias al programa Tiempo Compartido, que era una hora donde se hablaba de un tema en específico y que variaba de locutor por semana. Ahí desfilaron los pioneros de la estación: Melissa Suárez (guionsita radicada en España), Cynthia de Pando (quien fue locutora de Alfa y actriz de doblaje), El Mitch (director y productor de documentales y videoclips), Luis Castilla, Vladimir Díaz, Adrian Palomino, Carlos Torres (que fue el primer productor de la estación, bajo la asesoría posterior de Luis Sumano), Mariana Linares (organizadora del Festival de Cine de Morelia y conductora de programas de radio y TV de cine) y Dabid.

Las primeras señales de que las cosas que estábamos haciendo bien, fue que personas “del medio” se empezaron a acercar a nosotros: desde Chuck Pereda, que organizó un especial de lo mejor del 2002; Uriel Weizel, quien programaba Imagen 90.5 en ese entonces; o José Enrique Fernández, primer programador de Radioactivo 98.5. En mi muy personal opinión en ese momento la estación dejaba de ser universitaria, ya que en un inicio era hecha por universitarios para universitarios; empezó un proceso de profesionalización de la estación en donde los que empezamos a moldear la estación nos volvimos ejecutadores de las ideas de los que ya llevaban años de experiencia en los medios. Esto llevó a que muchos de los originales empezaran a salirse, también aunado por la falta de compensación económica. Este proceso llevó al día del relanzamiento de la estación, el 7 de marzo, en donde en las nuevas instalaciones Jacobo Zabludovsky entrevistaba al entonces presidente Vicente Fox sobre sus declaraciones en la Cumbre Latinoamericana por “correr” a Fidel Castro en ese entonces. Previo a esto, se nos pidió que uniformáramos la programación, quitando lo “estridente” y rockero, para dejar música que se oyera tranquila, dejando el catálogo a unas 3 mil canciones de las casi 5 mil que teníamos.

Un dato curioso: el primer premio que se le dio a la estación fue el de Voces en el Aire por Mejor Estación de Radio Universitaria.

Por causas del destino dejé la estación. Ibero 90.9 fue mi primer contacto con los medios de comunicación, en los que actualmente sigo trabajando. Nunca podré olvidar la satisfacción de trabajar en un proyecto netamente original en el cual la libertad era la brújula de los proyectos que se desarrollaron en la estación. Y tal como me dijo Wakentin en mi último día en la estación: “Éste es un laboratorio”, ojalá que los que sigan esta tradición mantengan esa idea, de la cual muchos de los iniciadores nos costó mucho trabajo forjar, y que no sólamente vean la estación como un medio para hacerse populares o para sacar provecho personal.

Un gran saludo a todos los que han hecho, hacen y harán de esta estación la mejor alternativa de lo comercialmente establecido.

Canciones que se escuchaban en ese entonces:
Ladytron /// Playgirl, la que considero que fue nuestro primer gran sencillo
Esquivel /// Mucha Mucacha
Fantastic Plastic Machine /// Bachelor Pad
Röyksoop /// Eple
Fischerspooner /// Emerge
Ruisort /// Suite Caleta
The Strokes /// Take It Or Leave It
Bran Van 3000 /// Go Shopping
Frank T /// L Cojo L Negro y L Gitano
La Casa Azul /// Galletas
Babasónicos /// Pendejo, la que estaba censurada con un sonido de resorte
Yeah Yeah Yeahs /// Bang
Mouldy Peaches /// NYC’s Like a Graveyard
FC Kahuna /// Machine Says Yes
Polyphonic Spree /// Soldier Girl
Arling & Cameron /// We Love To Rock (Corneluis Mix)

Air /// Radio #1