Entrevista /// Pumuky

       

Por C. Hadad (@HadadDosDos) /// Fotos: Roja (Claudia Ochoa)

Con la pasada edición del festival Nrmal en Monterrey se pudo llevar a cabo la visita del grupo Pumuky, originarios de las Islas Canarias, quienes tras 11 años de carrera han ido reuniendo una discografía de tres LPs (De viaje al país de las tormentas, El bosque en llamas, Plus ultra) y tres EPs. Con la oportunidad de tocar en el festival regiomontano, decidieron realizar una gira por distintos estados de la república, comenzando en una presentación en el Club Atlántico en el DF.

Tuvimos la oportunidad de platicar con Jaír Ramírez (vocalista, guitarrista y tecladista), quien debido a su lugar de origen llegaba a contestar con parsimonia contrastando entre los defeños que lo rodeaban, pudiendo así conversar sobre su primera presentación, la experiencia de visitar nuestro país, un debate por el internet y la música.

¡Al fin México! ¿Cómo se sintieron con la primera presentación que tuvieron acá? ¿Qué les pareció el público mexicano?
Pues si te soy sincero fue bastante impactante para nosotros porque veníamos sin saber que iba a pasar. Sabíamos que durante los últimos años veníamos aglutinando un pequeño grupo de seguidores que eran muy fieles pero bueno, seguimos siendo un grupo muy desconocido. Entonces veníamos sin ningún tipo de pretensión y a ver que aventura nos traía esta gira por México.

Respecto a nuestro primer concierto en el DF fue bastante emocionante porque de repente ver a tanta gente que se supiera las letras fue sorpresa como sucedió en la primera canción cuando empecé a cantar y vi que todo el mundo estaba cantando y no me oía, eso pocas veces ocurre en España porque el público es un poco más frío. Recibir esa fuerza y energía pues, la verdad en un primer momento estuvimos un poco noqueados, de hecho la mitad del concierto, por lo menos yo, estaba muy nervioso porque no me estaba cayendo lo que estaba pasando. Ya para el final del concierto lo pudimos disfrutar un poco más. La verdad está siendo un torrente de emociones nuestro tour por México, queremos ir abriendo brecha, esparcir la semilla, que nos vayan conociendo un poquito más y a ver si podemos volver pronto.

 

Con el reciente incidente con la agrupación DeLorean y su secuestro, se les llegó a preguntar sobre si no tenían temor de venir y ustedes contestaron que no, ¿qué les ha parecido la ciudad después de las conjeturas que tenían?
Estamos maravillados porque la ciudad no nos parece nada agresiva, todo lo contrario, nos parece muy amable y nos transmite una energía muy buena y realmente lo necesitamos porque bueno, venimos de un país donde ahora estamos pasando una situación económica complicada y estamos todos con una nube negra en nuestras cabezas. Vemos el futuro un poco incierto. Entonces venir a un país donde hay tanta pasión, donde la gente tiene ganas de luchar por salir adelante nos viene muy bien porque es un modelo a seguir.

 

 

En sus redes mostraban gran entusiasmo por esta gira al ser su aventura más grande…
Sobre todo la más lejos de casa porque hemos girado mucho por España o Francia. El problema es que nosotros somos de un lugar muy pequeño y muy periférico. Estamos lejos de todo. De hecho nosotros para tocar en Madrid o Barcelona, que son las capitales principales, tenemos que coger un avión. A nosotros nos pilla todo muy lejos. Entonces, al ser de un sitio tan pequeño, viajar tan lejos y a un sitio tan grande, pues es bastante impactante, por eso era una aventura tan grande para nosotros

¿Y por qué es tan importante esta gira para ustedes?
Porque es una forma de entender la música de una manera más global y universal. Al ser de un lugar muy pequeño se convierte como en una especie de burbuja. Es una escena muy pequeña, un circuito que se acaba pronto. En las Islas Canarias no hay tantos sitios para tocar, es una burbuja que nos viene bien porque te aíslas un poco de los trending topic, de lo que supuestamente hay que hacer por tendencia, entonces a veces los proyectos que están muy periféricos suelen ser muy personales, pero también puedes caer en el error de no mirar más allá y de no intentar abrirse a otros públicos.

 

Con el auge del internet ha provocado que la música se consuma de una manera abrumadora, trayendo consigo que los músicos tengan que sacar discos constantemente o tener que realizar muchas presentaciones para no perderse entre los nuevos grupos que van surgiendo, ¿cuál es tu sentimiento ante este panorama?

Caer en eso puede ser un juego muy peligroso. La música no se puede programar, es posible que hayan músicos que se pongan una rutina de composición y sean capaces de sacar un disco cada equis tiempo para luego salir a girar, pero si no tienes cuidado llega un momento en que se convierte en un trabajo, con fechas, agendas y compromisos que tienes que cumplir y eso puede ser muy perjudicial a la música porque al final la música tiene que salir cuando realmente lo sientes y lo necesitas, por lo menos así es la música que nosotros hacemos. Yo por ejemplo, para mí la música es lúdica porque me divierte y lo paso bien, pero también es una especie de purga, en el sentido de que me permite vomitar o expulsar o sacarme de mi aquellas sensaciones o estados de ánimos que me pueden hacer daño o que me crean cierta incertidumbre. Es como una especie de terapia y eso sólo lo haces cuando lo necesitas, no cuando te marques unas fechas para sacar un disco. No me gusta programarme.

Es verdad, lo que tú dices es muy cierto, parece ser que si no estás siempre creando música llegará un momento en que la gente te olvida y corres ese riesgo. Ver la música de otra manera es entrar en la rueda consumista donde todos tenemos que producir más y más rápido. Pienso que puede ser una rueda muy peligrosa porque como ya se ha demostrado en otras áreas, el consumismo llega un momento en que explota entonces yo creo que con la música no se puede, no es como hacer hamburguesas, no es fast food.

Pero también está la otra cara de la moneda, en donde gracias a las redes sociales hay mayores oportunidades para los grupos que no cuentan con el apoyo de grandes disqueras y puedan realizar giras mundiales, ¿cómo se sienten ustedes al encontrarse en esta situación?
Internet es como un arma de doble filo. Tienes ese lado oscuro de que al final hay tanta información y tanta sobre exposición que llegas a ser una aguja en un pajar –no sé si ese dicho se conoce aquí en México–; es verdad que tienes una plataforma que te permite lanzar tu eco a todo el mundo. Pero por otro lado, te permite que cualquier persona del mundo pueda escuchar tu música y que pueda ponerse en contacto con nosotros. La verdad que a nosotros nos gusta estar activos en las redes sociales porque nos gusta atender a nuestros seguidores.

Respecto a su tercer LP, el origen del nombre, Plus ultra, que viene de la frase de los marinos que advertían los límites del mundo conocido, ¿es una coincidencia esto? Ya que a partir de este disco han comenzado a hacer giras fuera de España
Yo creo que el título no tiene tanto que ver con salir a tocar fuera; no tiene relación directa. Más bien este disco para nosotros era importante porque quizá el Bosque en Llamas era más destructor, era más un bosque en llamas; mientras que, como muy bien acabas de decir, existía una frase que usaban los marineros en la antigüedad que era: “Non Terrae Plus Ultra” que significa “No hay tierra más allá”. Lo que buscaba transmitir era que durante mucho tiempo se pensaba que después de las costas de Finisterre no había nada al otro lado. Luego con el tiempo, hubo gente que le dio vuelta a esa frase y lo convirtió en otro lema que llegó a ser “Plus Ultra” que significa más allá; entonces era una invitación a no temer a lo desconocido e ir más allá. En ese sentido con este disco, Plus Ultra, fue importante para nosotros por eso, porque de una manera intentamos plasmar en estas canciones nuestro deseo de seguir adelante aunque la corriente venga muchas veces en contra como se muestra en la portada del disco. Se ven como algunos salmones y unas personas agarrándose a ellos, a contra corriente, como suelen hacerlo los salmones.

Ya adentrándonos en materia de sus producciones, he notado que tienen temas relacionados con la naturaleza, sus elementos y viajes, como el fuego en “El Bosque en llamas” o los viajes marítimos en “Plus Ultra”. ¿Por qué se sienten atraídos ante estos temas?
Bueno, nosotros al ser de las Islas Canarias el paisaje es muy importante para nosotros porque estamos rodeados de mar. Vivimos en islas muy montañosas donde hay grandes volcanes, entonces todo ese paisaje nos afecta mucho en nuestra forma de pensar y en parte también nos hace amar la naturaleza y la aventura.

 

Todas sus canciones tienen detrás una gran historia pero, ¿crees que pueden contar esas mismas historias sin las letras?
¿Sólo con la música? Si, de hecho a nosotros nos gusta mucho hacer canciones instrumentales en casi todos los discos hay una o dos. Nosotros pensamos, y prácticamente todo el mundo piensa, que la música es algo mágico, es el arte superior, no hay nada que te pueda aportar más a nivel emocional que la música. Es como un lenguaje de dioses, algo que no puedes explicar. Muchas veces tampoco necesitas la letra, vale que una buena melodía puede engrandecer un texto aunque no sea un texto muy importante; aunque si de repente tienes un buen texto y una buena música como que explota. La música por si sola tiene fuerza para transmitir muchísimas cosas.

 

Al principio creí que su música era muy deprimente pero llegué a notar que es todo lo contrario, es como una especie de catarsis donde se elimina lo malo para que así pueda venir algo mejor, ¿cómo percibes y experimentas tu música?
Es justo eso. Si tú tienes un problema y te encuentras mal, ya sólo el hecho de contármelo a mí hace que te vayas a encontrar mejor, aunque tu problema siga estando ahí y no se vaya a solucionar, pero ya sólo el hecho de hablarlo y compartirlo te está haciendo bien.

A nosotros nos hace bien. Plasmar en la música estados de ánimo o situaciones que nos pueden crear incertidumbre, preocupaciones o dolor nos ayuda a transmitirlo en las canciones y a la gente que lo escucha les pasa lo mismo, se sienten identificados con esos temas y al escucharlos es como si estuviera hablando con otras personas con nosotros por ejemplo, emisor-receptor, o lo puede hacer suyo, es una forma de encontrarse mejor.

Nosotros no compartimos que nuestra música sea deprimente, todo lo contrario. Pensamos que se pueden tratar temas como la muerte, soledad, el paso del tiempo y la perdida, se pueden tratar todos esos temas y encontrarse mejor, no desde un punto de vista negativo de “que mal estoy” sino “esto es así y tengo que seguir”.

 

Durante 10 años se les ha preguntado sobre su nombre el cual viene de una caricatura alemana y por el tema del grupo español, El Niño Gusano, pero ¿crees que un nombre define a un grupo o el grupo define al nombre?
Es una buena pregunta… Yo creo que llega un momento en que el nombre se despersonaliza, tiene que pasar algo de tiempo, pero llega el momento en que el nombre del grupo ya no significa nada. Pumuky ya de por sí no significa nada, Pumuky son nuestras canciones, porque de hecho mucha gente aquí no sabe que significa si no se lo explicamos. No sé… Es una pregunta compleja pero creo que cuando no conoces a una banda y sólo conoces el nombre del grupo te puedes hacer una idea a lo que va a sonar pero con el paso del tiempo eso se despersonaliza y ya no significa nada, ¿qué significa Radiohead? No significa nada, ¿qué significa Mogwai? Es como un rostro, yo te conozco a ti, conozco tu rostro, el nombre de un grupo al final

Antes de venir comentaron que debido a la actual situación de España buscaban con su visita poder contagiarse de la energía de los mexicanos, ¿lo lograron?
Si, por supuesto, de hecho nos volvemos muy animados y con ganas de seguir.

Pumuky // Quinta da Regaleira