Por C. Hadad (@HadadDosDos) /// Fotos Iván Castillo @ivanovobeach
Martes 13 de mayo. Como si se tratara de una leyenda tenebrosa, de esas noches lluviosas, con truenos y todas las cosas macabras que puedas imaginar; en un lugar pequeño ubicado en una colonia importante de la ciudad de México, se presentó por primera vez una criatura formada por dos hermanos gemelos (nacidos en EU, pero radicados ahora en México) a la que denominan Jack and The Ripper.
Dentro del foro era el lugar idóneo para la historia que leerán y como si se esmerará en seguir la trama tenebrosa, el recinto se encontraba casi vacío y con la decoración un tanto gótica, pues sólo se esperaba no ser espantado. Media hora antes de que terminara el día se pudo ver como se abrían unas cortinas que dejaban ver a dos individuos que ni una palabra y ni una mirada dirigieron a las pocas almas que ahí se encontraban, pero lo que sí hicieron es darle vida a “Cold Feet Blues” que comenzaba con una guitarra acústica a la cual posteriormente se le unían los ritmos provenientes de una caja especializada en estos; desde ahí llamaban la atención por la fusión de el segundo de dos instrumentos orgánicos (la guitarra) con los sonidos eléctricos, no sabías que esperar hasta que se hizo presente el principal instrumento orgánico: la voz de Daniel. Una voz tranquila proveniente de un vocalista que miraba a la nada pero que de momentos fugaces observaba la respuesta que tenía la gente, quienes notaron la extraña metamorfosis de un tema que se convirtió totalmente electrónico guiado de momentos por la guitarra eléctrica de David la cual hacía sentirse en un ambiente post apocalíptico, el soundtrack perfecto de las calles desoladas de la ciudad.
Con un pequeño saludo y bromas con sus amigos por parte de David, pasaron a interpretar “Slow dancing to the sound of a microwave” lo que aumentaba la imagen que manejaron desde la primera canción —hasta la última— de un mundo desolado guiado por una voz aislada que era tu única luz en ése lugar. Era interesante ver la combinación de dos hermanos gemelos que imprimían en el proyecto dos personalidades, incluso llegarlas a comparar con el ying yang; por un lado Daniel era el que estaba al pendiente de toda la música por lo que nunca interactuó con el público pero podría notarse como era él quien impregnaba en la música de JATR el lado tranquilo a diferencia de su otra parte, David, quien con una personalidad más extrovertida que la de su hermano, se movía en todo momento poseído por su guitarra, lo que podía dar como resultado la parte agresiva del proyecto.
Conforme avanzaba la presentación, los músicos se notaban cada vez más cómodos en el escenario y con una mezcla de la las canciones de sus dos discos, hicieron que las canciones del primero fueran más digeribles, ya que se llega a abusar el Dubsteb, pero fusionadas con el segundo disco lograron hacernos entrar en trance, hasta que en “Sweet Nothing” nos dieron una bofetada con guitarras más rápidas y con una voz un poco más agresiva logrando que regresáramos al plano terrenal y para tranquilizarnos después de ése viaje se finaliza con “Old man and the sea”.
Lo habían logrado, no sé necesito de más gente ni de menos, es como lo que sucede en las historias de terror, pocos son los testigos del surgimiento de una nueva bestia.
