Por Josuelo
Fotos cortesía del Auditorio Nacional, fotográfo Fernando Aceves
Un show que se anunció con más de cuatro meses de anticipación y dentro de la marco de la celebración por los 10 años del Lunario y sumado al renombre que se ha creado Rhye con sus actos en vivo, era evidente el por qué esa noche era soldout por lo que sabíamos que nos esperaba una noche memorable llena de sonidos íntimos y suaves.
El artista invitado para abrir el show fue el estupendo Lo-Fang, proyecto del multiinstrumentista estadounidense Matthew Hemerlein de 31 años quien presento temas de su disco debut Blue Film, que a diferencia de sus canciones grabadas, sobre el escenario se genera un ambiente más íntimo al ir creando sus secuencias y bases por medio de loops provenientes de su violín, violonchelo y guitarra, dejando en evidencia su formación de música clásica, con arreglos complejos y delicados pasando en un segundo plano las paredes sonoras de los sintetizadores.
Pese a que la mayoría de los presentes que no estaban familiarizados con su música hubo una conexión inmediata por la construcción de sus temas como “Look Away”, “Boris” y “#88” canciones llenas de nostalgia y melancólica que reflexiona sobre las relaciones personales. Sin duda fue una gran oportunidad para verlo y una maravilla de escucharlo en vivo a este gran artista firmado por la afamada disquera 4AD y que a principios del años estuvo abriendo varios conciertos de Lorde.
Ya para las diez de la noche y seguida de los cuarenta minutos que duró el set de Lo-Fang, el Lunario se encontraba sumamente lleno y más con su nueva modalidad de dividir el recinto en dos secciones: VIP y general.
En julio de 2012 escuchamos por primera vez “Open” en el compilado de aniversario de nuestros amigos de mu-sique y de ahí quedamos prendados del proyecto bautizado bajo el nombre de Rhye, que al mantener su misticismo uno daba por hecho que detrás de esa voz había una vocalista pero para sorpresa de todos el encargado de esa voz andrógina con su registro de contralto era el canadiense Mike Milosh junto a la producción del danés multinstrumentista Robin Hannibal.
Para este show era evidente que Milosh había solicitado la escasa iluminación a su persona y una muy tenue al resto de sus compañeros dejando ver por momentos solo siluetas. Por las características de la música se pedía guardar silencio, eso sólo se consiguió en escasos momentos pese a que el vocalista lo solicitó en varias ocasiones, pero fue difícil combatir al gran número de gente que no sabía a quién iba a ver y pretendía platicar de sus actos cotidianos.
El dúo estuvo acompañado por cuatro excelentes músicos dos de ellos encargados por momentos de dos instrumentos como guitarra y bajo, mientras que la chica del violonchelo también se ocupaba del trombón, la batería suave pero muy puntual, mientras que el responsable de la viola era intenso y entrego algunos solos sumamente impresionantes.
La banda estuvo muy sorprendida por el recibimiento tan abrumador, prueba de ello fue en la canción “Last Dance” donde muchos lo acompañaron a corear el tema y a menear el cuerpo suavemente. Si bien Rhye sólo tiene un disco hasta el momento, hubo una ligera prueba del proyecto solista de Milosh pero aprovechando en cada una de las canciones alargarlas e improvisar ese sonido de Soul, R&B y la evidente carga de Jazz y down tempo entregando melodías sofisticadas creando atmósferas sensuales, románticas y evocativas, la banda nos complació al interpretar casi la totalidad de su disco Woman.
Sin duda de los momentos más esperados era disfrutar “Open”, para lo cual previo a tocarla pidió de nueva cuenta guardar silencio y prometiendo que de esta manera se disfrutaría más moviendo fibras y entrañas.
Su presentación fue una experiencia catártica al poder ver el desempeño del enigmático proyecto sobre el escenario, ya que Rhye logró que sus temas que suenan atemporales vivan en el subconsciente de los que nos dimos cita esa noche para ser hipnotizados por su música.
Setlist
Verse
Days
The Fall
Major Minor Love
Shed Some Blood
Last Dance
The City
Right Never Comes
Here in You
Awful Game
Open
Hunger
It’s Over
