Por Diego Álvarez Rex
Fotos Manuel Castillo @MrCastleManu
¿Qué mejor lugar para pasar una madrugada de sábado que en un show de Psycho Garage? El sonido de botellas vacías y las paredes húmedas de sudor fueron ideal compañía para el espesor de la guitarra y batería de The Vooduo, dueto californiano que regresó a nuestra capital y de qué manera.
Es sabido que los shows de Dark Zone siempre dan inicio hasta altas horas de la noche, pero cuando se tiene en las tornamesas a Dany ‘Wakantanka’ Yerna, indiscutiblemente la espera pasa rápido y se vuelve hasta cierto punto amena, no se diga cuando el mismo Ernesto ‘Fuzz On’ Martínez, promotor de estos conciertos, le da todo a la pinchada de discos.
Pasadas las 11PM, y directo desde la ciudad de los más bellos atardeceres en México (unos dicen del mundo), los hidrocálidos de Los Hastinos subieron al entarimado de la Casa Hilvana para arremeter a quienes ya se conglomeraban en la sala; si bien iniciaron con un par de temas en inglés, la verdadera fiesta arrancó cuando tocaron su versión “1-2-5” de The Haunted, totalmente doblada al español; tras un poco más de media hora, los originarios de Aguascalientes cedieron el paso a una de las bandas más célebres y queridas del garage rock local, Los Magníficos.
Con más de diez años de trayectoria y un sequito considerable presente esa noche, la banda puso a unos a bailar y a otros a soltar los primeros empujones del show: “Traicionera”, “Dime Vaquero” y “La Loba” sonaron brutales y sin duda alga, sí hay una banda de Garage que necesita mayor exposición y reconocimiento son Los Magníficos. De la misma manera en que Los Sicóticos y Riesgo de Contagio han sentado las bases para la escena de garage actual, Los Magníficos son esenciales en la lista de bandas independientes de nuestra capital.
Pasada la media noche y con solo una batería de dos piezas y un set de pedales y amplificadores, Eeire Powers y Neidi Nights estallaron en distorsión en menos de un parpadeo y de principio a fin, la sala se convirtió en un tornado de cuerpos. “World’s Greatest Sinner”, ”Groovy Ghoul” y “Haunt Me” tuvieron el baile conocido como slam a tope durante un poco más de una hora de show.
Las caras de los dos músicos en escena, entre éxtasis y satisfacción de ver vueltos locos a sus acólitos sin duda los inspiró para tocar con más fiereza aún, específicamente llegado el momento del clásico de The Nomads, “Rat Fink” y “Tear It Up” de Johnny Burnette, con la que por un momento pensaron abandonar el escenario tras su interpretación, pero hey, ¿cada cuándo puede The Vooduo venir a México? ¡Otras dos canciones! La primera, nada más y nada menos que “Skulls” de Misfits y una de sus más pesadas composiciones: “Hell”.
Acabado el show, no hubo una sola persona que se salvara de sudar, de tener alcohol en los ojos y de zumbido en los oídos. Noche como pocas, pero bastante frecuentes en los shows de Psycho Garage.
