Por Mafer Menendez @Maryffer89
Fotos BigIdeas (OzCorp)
Todo comenzó con la emblemática “You had me” en una versión renovada, la cual permitió una conexión inmediata con los presentes. Tras unas palabras en español, Joss comenzó con un repertorio más alegre que nostálgico y con cada tema hizo gala de una de las voces más prodigiosas de la industria del Soul y del R&B.
Joss Stone, envuelta en un vestido blanco, transmitió ayer paz y felicidad con su potente voz. Es encantadora de pies a cabeza gracias a su talento, pero también por su simpatía y la calidad con que se muestra en sus conciertos, siempre riéndose, acercándose al público, coqueteando con el micrófono; bailando y platicando como si estuviera entre buenos conocidos.
El gran combo de la noche fue con “I Put a Spell On You” de Screamin’ Jay Hawkins, el cual contagió de sensualidad mientras que “Fell In Love With a Boy” de los White Stripes fue coreada de principio a fin.
La inglesa representó libertad todo el tiempo y hablo de sentirse así con cada una de sus interpretaciones, mientras bebía una supuesta taza de té, hizo un recorrido por temas nuevos que presumía y también por otros no tan recientes que pusieron en efervescencia el foro.
“Super Duper Love”, “Molly” y “Karma” acompañaron la noche que no dejó menos de lo esperado. Un concierto de Joss Stone es una especie de terapia musical para relajar los músculos y confiar en la virtuosidad de la música por sí misma.
Bailando todo el tiempo, asemejando que estábamos a veces a la orilla del mar, otras en un estudio de grabación o en un lounge, Joss Stone se desenvolvió como si diario se presentara en México y regaló mucha paz.
“Right to be Wrong” y “Some Kind of Wonderful” despidieron la exitosa y sensual noche de una de las cantantes más talentosas de hoy y de hace 10 años.
