Perfil /// The Sundelles

May 26, 2015

sundelles

“No le tengo miedo a volverme más electrónico”

Por Lucía Caleta, corresponsal desde Nueva York
Fotos Antonio Santos

Desde Brooklyn el líder de The Sundelles, Sam Sundos, nos cuenta sobre el momento transitorio de su banda, la salida de su nuevo disco y las cosas que más odia y ama de ser un chico grande de la Costa Oeste en Nueva York.

Aunque me cuenta que el app de moda al que subís tu foto y te dice tu edad, How- old?, lo haya sentenciado con 43 años, Sam es un apenas treintañero, californiano y de familia Palestina que en 2008 decidió mudarse a Nueva York.

La banda que lidera, The Sundelles, tuvo su gran despegue cuando en 2010 fueron elegidos para acompañar en tour a Sleigh Bells. Después siguieron giras con Obits, Cult y Cocodriles que ayudaron a que la banda de baladas románticas y noisy y gigs adolescentes estuviera en el centro de atención de nuevos fans y críticos de música.

En la actualidad, Sam prepara el lanzamiento de su nuevo disco – en post producción – al que piensa como algo diferente a lo que venía haciendo. Hoy también está enfocado en el cine, Sundelles está en dos soundtracks de películas del Festival Sundance: Uncertain Terms y Come Down Molly en la que también actúa.

Para este nuevo disco eligió trabajar con nuevo productor, el guitarrista de Dum Dum Girls Andrew Miller, quien lo ayuda a concebir un nuevo sonido, algo que también dé sentido al nuevo momento de la banda:

Andrew me está ayudando a pensar en algo más orgánico, otra textura de sonido. Estamos escuchando mucho Allman Brothers, Grateful Dead, creo que el rock no le importa a nadie ya… me inspiran más otros sonidos, mucho más el hip-hop y las bases electrónicas

Como californiano en Nueva York, Sam se enfrenta a una crítica fija que lo asocia al Garage de la Costa Oeste: “Creo que estoy mucho más influenciado por el sonido violento del Dance electrónico que por la música que uno asocia a California, aunque obvio, California siempre será mi inspiración”.

sundelles-1

Sam cree que hoy se puede hacer música en cualquier lugar y llegar a audiencias diversas y no se necesita, tanto como antes, estar en ciudades “importantes”: “Si bien Nueva York es única es tan caro vivir acá que de alguna manera expulsa la posibilidad de poder experimentar como artista…pero igual siento que en mi caso estar acá me ayuda a estar siempre haciendo cosas, es una ciudad que te empuja todo el tiempo hacia adelante”.

Se me ocurre preguntarle si todavía funciona en muchos de los músicos indies esa idea de venir a Nueva York para hacer carrera: “Creo que más gente se está volviendo a California, siento que esa movida de venir a triunfar a Nueva York ya pasó”.

De Nueva York, ciudad que odia y ama con la misma intensidad, también piensa que es un lugar donde nada ni nadie se puede esconder: “Todo está a la vista todo el tiempo, si te peleas con tu chica todo el mundo lo ve, creo que estamos mucho más expuestos y eso nos configura frente a otro tipo de emocionalidad”.

En este sentido, lo emocional/personal es clave para pensar la música de Sam. Desde discos con portadas familiares (mi favorita es Dead Youth una que está con su papá tratando de alcanzar una lata de Coca-Cola) hasta sus letras, íntimamente relacionadas con el día a día de la producción del disco, algo que después le suena a una retrospectiva sentimental. “Pienso que la música es catarsis, una especie de terapia, de poder escribir las cosas que siento, a veces no está bueno eso de tirarle todo al que está escuchando pero bueno… No Milk por ejemplo fue el disco que hice después de pelearme con una ex, ahora escribo cosas de cómo siento que me estoy volviendo más grande en esta ciudad”. No en vano su último disco tiene el título tentativo de Young Man.

Última pregunta, le digo: ¿Qué te inspira más allá de la música? Contesta que le gustan las fotos de calle del fotógrafo Daniel Arnold, el street art y las marcas de pintura fresca en las paredes. También la música familiar que se escuchaba en su casa de niño cuando su papá le regalaba todas semanas dinero para que comprara discos (dad soundtrack: música árabe, Gipsy Kings y Caetano Veloso).

Su último disco, en post producción, sale a principios de otoño, donde esperamos un bailable y electro sonido nuevo: “Me cuesta abrirme más a lo electrónico pero no le tengo miedo”.

Facebook
Sitio Oficial
Twitter @sundelles

Post escrito por: Blogger invitado

Post Relacionados