“Queremos hacer canciones alegres que hagan a la gente bailar”
Por Lucía Caleta, corresponsal en Nueva York
De paso por Madrid, hablamos con los Niño Burbuja. A punto de terminar de grabar su tercer disco, nos cuentan cómo apuestan a convertir el Pop Electrónico que los vio crecer en un nuevo sonido, bien, bien, Disco.
Resulta curioso que el nombre de la banda les venga heredado de un proyecto anterior de uno de sus integrantes, Cristian, al que llamaban “el niño burbuja” por estar siempre soñando, colgado en su mundo de fantasía musical. Cuando Dani y Marco – los otros dos integrantes – se sumaron, decidieron mantener el nombre. Es así que desde 2009 la burbuja musical apuesta a un sonido Electrónico y Pop, muy dinámico y bailable. Una de las pocas bandas de la escena de España que se atreve con la electrónica sin renunciar a las letras en español.
De esa burbuja algo mantienen hoy en la forma de grabar y producir: cierta exclusión para componer, meses de investigación e improvisación y luego mezcla, esto último a cargo de Hans Krüger de Montreal Studios, encargado también de parte del sonido de Delorean, Peachy Joke y Reina Republicana.
Para este disco nos tomamos un tiempo, queríamos pensar lo que estábamos haciendo y apostar a otro tipo de sonidos, hacer algo más consistente desde la propuesta conceptual y musical.
El futuro no existe, título tentativo para este tercer disco, viene después de El ataque de las mujeres enmascaradas, Calpico y el EP Fortaleza que les dieron éxito y visibilidad en la escena, sobre todo después de ganar el “Indomesticables” de Red Bull y girar por España con Belöp y Bel Bee Bee.
En este nuevo proyecto buscan apostar a algo más espacial, un sonido cósmico. Para eso, repasaron las listas ochenteras sobre todo de Ítalo disco: “Buscamos inspiración en millones de listas con canciones que nunca habíamos escuchado, desde las típicas como “Boys” de Sabrina a canciones muy poco conocidas”.
Con la incursión en estos sonidos intentaron también rescatar toda la tecnología ochentera, desde cajas de ritmo hasta sintetizadores que buscaron especialmente que fueran los originales. Lo visual también los influenció y los hizo moverse a todo lo que los 80s puede evocar en chicos de treinta y tantos: “Nos inspiró toda esa imaginería de la ciencia ficción con la que crecimos, El coche fantástico, Blade Runner, Tron”. También la estética desgastada de VHS y el pixel: “Nos gusta mucho la utilización de la tecnología actual para volver a lo retro, hay un artista argentino #kidmograph que compone muy buenas imágenes, todo ese material bien de nuestra adolescencia puesto a dialogar con el ahora”.
En este sentido, este disco los agarró en una movida más generacional. Muchas de sus letras buscaron contar algo de cómo viven esta etapa: “Nos dio por pensar el placer, ser una generación más hedonista que otras, encontrarnos en los 30 de una manera diferente a cómo pensamos, teniendo una vida más de jóvenes, más eufórica, más individualista, más del aquí y ahora…”.
Con este nuevo proyecto, los Niño Burbuja, prometen llevar a todos a la pista de baile, lograr un sonido bien pegadizo que, si ellos estuvieran en el público, los hiciera pasarla bien, bien, muy bien.
El futuro no existe, saldrá a fines del verano. Les pregunto si el título quiere evocar algo de ese universo desencantado, distópico de los 80s: “¡No! Todo lo contrario, no queremos hacer canciones tristes, queremos resaltar esa euforia que viene de vivir el presente…”. Siempre es hoy.
