Por Edson Rivas @edalets
Fotos Óscar Villanueva (Flickr)
Ni la lluvia ni los 15 minutos de retraso impidieron la íntima presentación en El Plaza Condesa del tan emblemático cantautor de los años 80s Mikel Erentxun, quien nos regaló uno de sus más emotivos shows.
Abrió el concierto con uno de sus temas clásicos de su carrera solista “A un minuto de ti” fue como puso a cantar a todos sus seguidores, que acompañaban en cada canción, presentando su más reciente álbum Corazones.
Mikel no dejaba de agradecer al público y de entregarse a ellos en cada tema, al grado de bajar a estrechar la mano de los que se encontraba al frente que al mismo tiempo le gritaban sus peticiones.
Dedicó canciones, bromeó, reía, bailó, se tiró al suelo hizo y deshizo el escenario estaba completamente dominado. Cayó una bandera de México en sus pies la cual levantó y colocó en su micrófono para después con delicadeza extenderla en una de sus bocinas.
La gente no dejó de corear cada una de sus canciones tales como: “California“, “Ojos de miel“, “Tu nombre en los labios“, “Está luz nunca se apagará” (cóver de The Smiths), “El último vals” y “Veneno” entre otras más, pero al notar que querían cantar pasó a un integrante de su staff que cumplía años a lo que por petición de Mikel le cantaron “Las Mañanitas” por ser su cumpleaños.
Uno de los momentos emblemáticos fue cuando paró al comienzo de una canción porque tenía que afinar la guitarra y volvió a comenzar el tema no sin antes brindar porque él también cumplía 30 años de trayectoria haciendo música. Celebraba con copa de vino tinto en mano porque en su vista pasada a México le ofrecieron tequila y “terminó muy mal de la resaca”, puntualizó con alivio Mikel.
Después de tres encore y de haber interpretado sus nuevos temas de su producción reciente se despide con otro tema clásico de Duncan Dhu con “En algún lugar” en una versión diferente a la ya conocida pero que a todos les dejo convencidos y satisfechos del impecable trabajo que realiza así que no dudemos en volverlo a tener en tierras Mexicanas más adelante. Hasta la próxima Mikel Erentxun.
