RPM: 10 años de The Back Room de Editors

July 23, 2015

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No one left to fear: 10 años de The Back Room de Editors
Por Ernesto Acosta Sandoval @erniesandoval_

¿Qué se puede decir de un disco como The Back Room? No es una obra maestra absoluta, ni es un disco seminal para entender algún momento o periodo histórico. No fue memorable, al menos no como otros discos de ese mismo año. ¿Por qué hablar de él en esta sección? Creo que el problema que tiene este disco es que pintaba para cosas enormes. Editors debutaban como una promesa sólida en el revival Post Punk del momento. Hasta parecían la respuesta británica a Interpol. Atmósferas oscuras, una voz profunda y grave guiándonos, riffs filosos y una base machacante. Incluso, track por track y haciendo un análisis comparativo minucioso, The Back Room podría parecer mejor debut que Turn On The Bright Lights. ¿Qué es entonces lo que hace que valga la pena celebrarlo?

El gran problema que tiene un álbum como éste que hoy nos ocupa, es que tiene una enorme canción que hace que el resto de los temas queden opacados. “Bullets”, el primer sencillo en desprenderse y track 8 del CD, es inabarcable, irrepetible, fulminante e imbatible. El riff agudísimo, emparejado con los golpes de la batería y la desesperada voz de Tom Smith repitiendo una y otra vez “You don’t need this disease” hacen que el tema destaque inevitablemente por sobre las otras 10 canciones. Pero no hay que ser tan duros. También hay otros muy buenos momentos en el resto del álbum. “Lights” abre como una declaración de principios por parte de la banda, con su ritmo frenético. “Munich” y “Fingers In The Factories” tienen todo para estar a la altura de “Bullets”, pero se quedan un poquito abajo, aun así son grandes canciones por derecho propio. “All Sparks” se gana su lugar como otro de los momentos altos del disco. Si acaso, el punto débil en The Back Room son las baladas. Ahí es donde Editors cojean un poco. Se pierden en querer lograr un sonido épico en tracks como “Fall” o “Camera”. No lo necesitan, ya existían y existen miles de grupos haciéndolo. Por el otro lado, cuando sueltan guitarrazos y la voz de Smith quiere competir con el sonido saliente de los amplificadores es cuando demuestran de qué están hechos.

Es por esos momentos por lo que vale la pena celebrar los diez años del debut. Por lo que pudieron haber sido. Recordar que en algún momento, al principio de su carrera, Editors pudo haberse convertido en la siguiente gran banda británica, cosa que nunca es fácil.

Post escrito por: Ernesto Acosta

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