Vetusta Morla @ El Plaza Condesa

August 30, 2015

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Por Diego Álvarez Rex
Fotos Óscar Villanueva (
Flickr

El mismo Pucho lo dijo: “Con riesgo a meter las manos al fuego, de todas las veces que hemos venido a esta ciudad les puedo decir que esta fue muy especial”, y es que si temor a la duda, el recital de anoche fue más allá de lo épico, fue majestuoso y único.

Más de un año de promoción y varias giras internacionales con el mismo disco tenían que cerrar con una grande y si bien ya tenían en sus haberes un par de presentaciones en el Teatro Metropolitán, El Plaza Condesa fue una elección perfecta para la despedida oficial de Vetusta Morla de la promoción de La Deriva, sin duda su mejor placa hasta la fecha y la que les ha valido un crecimiento y evolución destacable.

Si bien la banda ha pisado ya escenarios como el Centro Cultural España, el Lunario y hasta el Caradura, fue esta sala prácticamente a tope la que lució impecable al recibir a los madrileños a todo pulmón, y es que desde el inicio con el tema “La Deriva” seguidos del ya clásico “Lo Que Te Hace Grande”, la escandalera en la pista era más fuerte que la de los amplificadores, y aunque claramente una porción grande de público era mayormente adepta a las piezas nuevas, era inevitable escuchar suspiros y gritos cuando “Rey Sol”, “Baldosas Amarillas” o la retumbante “Saharabbey Road”.

Y lo mejor aún estaba por venir ya que la banda realmente se ve esmerada en dar un show memorable, tienen un juego de luces preciso para sus canciones tanto nuevas como viejas, y estas últimas con arreglos que les dan nueva vida para hacer la sensación de tratarse de un filme continuo con altos, bajos y sorpresas, que para esta ocasión cabe resaltar la aparición del tema “Los Buenos” de su álbum Los Ríos de Alice y lo que nadie vio venir: la aparición de Enrique Bunbury para el dueto de “Maldita Dulzura” que fue jodidamente épico y que seguramente sirvió de ensayo para su próximo MTV Unplugged.

La banda crece en escena a un tamaño tan grande que se pierde entre la multitud haciendo un juego muy íntimo de ser uno solo al momento de dejarlo todo en el concierto, de bailar, brincar, desgarrarse la garganta y aplaudir con la incertidumbre de que pueda ser la última vez y con un segundo encore para “Los Días Raros”, Vetusta Morla se despidió de México deseando suerte, lo mejor para el futuro y sobre todo agradecidos por otra noche donde se recordó la magia de los conciertos que todo hace clic y toda parece tener sentido.

Post escrito por: Diego Álvarez Rex

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