Centavrvs
La Vida Bohème
Por Chentes Carcaño
Foto Óscar Villanueva (Flickr)
Una gran noche mexicana fue la que nos dio aquel grupo que conocimos por traer al mundo millenial los corridos revolucionarios de principios del siglo XX, pero que lo llevaron mas allá con la digitalización de distintas vertientes de la música mexicana y transformarla en lo que es la electrónica regional mexicana: Esto fue Centavrvs.
Para empezar, La Vida Bohéme dio un show de sonido enérgico y tremendo, “guitarrazos” con sintetizadores, con temas largos de buen ritmo, enfocados en lo que sabían hacer. Los venezolanos fueron un buen grupo abridor, en la que la gente estuvo atenta y los recibió cálidamente.
El show del quinteto tuvo muchos tintes folcloristas y nacionalistas, luces brillantes sobre el escenario, vídeos de Tongolele, la revolución o a Porfirio Díaz o Pancho Villa de colores bizarros, y hasta una breve y sorpresiva aparición de tres segundos del Himno Nacional, algo “supuestamente prohibido”. Fue muy atinada la participación especial de Paulina Sotomayor como parte de la agrupación, que la engalanó su característico outfit folclórico y su voz dulce, al menos así fue con la canción inicial del set: “La Cárcel de Cananea”. Centavrvs tuvo un toque de Sotomayor.
Temas como “Valentina”, “El Reino del cacao” y “Sombras de Oro” fueron coreados, celebrados y bailados por los asistentes. Hubo un estreno de una nueva Rumba Cumbiera llamada “El punto final”. Hasta llegar al momento de los invitados: La Vida Bohéme volvió al escenario para acompañar al quinteto en “El Caudillo del Sur”, la canción con la que Centavrvs se dio a conocer; Denise Guitiérrez de Hello Seahorse! estuvo en “Por eso”; la participación de Ely Guerra en un cover a Los Lobos del tema “Kiko and the lavander moon” fue un momento muy eufórico; por último, Pato de La Maldita Vecindad estuvo en otro momento especial una especie de crush entre “La noche y un huracán” y “Morenaza”.
Centavrvs no podía finalizar sin frases de coyuntura política y social: “Menos pinches políticos” y “nos faltan 43”, para darle fin a una presentación muy sabrosa, de mucho bailongo, con “Mañana no” y “Jerónimo”. Vaya que fue una gran noche de esta agrupación que comenzó su historia con solo modernizar un corrido, y que ahora sigue alimentando al millenial, y al resto, con Electrónica Regional Mexicana.
