Technicolor Fabrics
Communión
Por Raúl Márquez
Fotos Iván Castillo @ivanovobeach
La libertad se ha convertido en una especie de utopía en la que todo ser humano sueña con obtener, al menos, en una pequeña porción. La música, y sobre todo un concierto de tu banda favorita, te proporcionan un pequeño racimo de esa libertad.
Technicolor Fabrics abarrotó el Lunario del Auditorio Nacional de pequeños pedazos de libertad, esa que los jóvenes buscan todo el tiempo, de peores o mejores formas, encontrando un ligero escape en la música, alejados de los estereotipos y tratando de ser auténticos siguiendo solo sus convicciones.
La noche comenzó con el debut de una banda que promete mucho por tener integrantes de Bengala, que actualmente desaparecida y que por mucho tiempo fue una de las bandas más prometedoras en la escena musical de nuestro país. La banda que se hace llamar Communión comenzó su actuación con mucha actitud y un sonido agradable, aunque el público mantenía un cierto grado de escepticismo que poco a poco y canción tras canción se fue diluyendo, provocando que la audiencia se introdujera en la atmósfera que la banda iba provocando. Communión fue un telonero que dejó a la audiencia expectante y deseosa de más música. Échenle un ojo a su Facebook para tener una mejor idea de su propuesta.
Mientras los asistentes esperaban el arribo de Technicolor Fabrics, se respiraba una ambiente de ansiedad y emoción, comparada con la que siente un niño al saber que un regalo le espera.
El momento llegó y fueron apareciendo uno a uno los integrantes de la banda, de inmediato comenzó a sonar “Volver a Comenzar”, canción que instantáneamente hizo estallar en el Lunario un choque de emociones entre los asistentes.
La euforia se fue intensificando al sonar “Nunca Nada” y “Ceniza” que pusieron al público a corear cada estrofa y moverse al ritmo que les marcaba la banda. Comenzó a sonar “Otoño” y con ello el Lunario fue absorbido por un ambiente de relajación y paz, donde tanto banda como público estaban unidos en un solo ente.
Con ello vino el primer invitado de la noche, Bonnz, baterista de Hello Seahorse! compartiendo escenario con la banda en la canción “Solo”, posteriormente la banda Baltazar subió para tocar juntos “Quimicos”. El show fue transcurriendo mientras se iban develando las sorpresas de Bahía Santiago y una selección acertada de éxitos de sus álbumes anteriores.
La noche y la banda tenían mucho más que dar y eso se demostró al llegar al clímax elevando la euforia al máximo esplendor posible al tocar “Hoy”. “Fuma” contó con la participación de Siddhartha, una mezcla que resultó sumamente agradable. “Frequency”, primer sencillo de la banda y con el que se introdujeron en la escena musical mexicana, sonó y retumóo las paredes del Lunario para complacer a los asistentes.
Los integrantes de la banda, tomaron un pequeño descanso, pero sólo para regresar con más fuerza e interpretar el sencillo más reciente de la banda: “Globos”, dando lugar a una lluvia de éstos y llenado de emoción a los espectadores.
“Ruleta” y “Todo”, dos de las canciones más representativas de la banda, fueron las encargadas de cerrar el show de una manera excepcional, haciendo bailar al público asistente y corear cada estrofa.
Con esta presentación, Technicolor Fabrics demostró la madurez que han alcanzado con el paso de los años y ser una de las propuestas más importantes en la escena musical mexicana, con un público arraigado que les demuestra su fidelidad.
