RPM: 15 años de Souljacker de Eels

September 29, 2016

souljacker-eels

This is where I can make you understand:
15 años de Souljacker de Eels

Por Ernesto Acosta Sandoval @erniesandoval_

En febrero de 2013 me encontraba en Portland, Oregon, por razones que no importa mucho relatar aquí. De esas coincidencias que suceden, Eels, una de mis bandas favoritas de todos los tiempos, tocaban aquel lluvioso y frío lunes en un pequeño teatro de la ciudad, el Aladdin. Fui a verlos, usando el poco dinero que me quedaba. Mr E y su banda estaban haciendo una gira de la costa oeste para promover el recién lanzado Wonderful Glorious. A las nueve de la noche el en esta ocasión quinteto salió al escenario uniformados con trajes Adidas, tomaron sus instrumentos y sacudieron a todos los que estábamos presentes. Mark Oliver Everett anunció que esta era parte de una serie de presentaciones únicas en las que todo giraría en torno a las guitarras eléctricas. Las siguientes dos horas me la pasé aferrado al borde del escenario sacudiéndome nota tras nota, como si estuviera ante un aguacero y no hubiera ningún lugar para resguardarse. A pesar de haber sido un concierto para promover su más reciente álbum, una parte significativa del setlist estuvo nutrida de canciones de Souljacker, un disco que para entonces ya tenía doce años de haber sido lanzado.

Un poco de contexto para los no iniciados: hay muchos Eels. La banda es diferente en cada uno de sus doce álbumes. Ninguno suena igual, no tienen un sonido característico y, ni modo, no todos son buenos. Lo ecléctico en su sonido se refleja en sus presentaciones en vivo y cada gira es diferente y abraza un concepto particular cada vez.

En 2001, apareció Souljacker, el cuarto álbum casi al hilo desde 1996. Los tres anteriores formaban una especie de trilogía de la desesperación que relataban en distintos niveles el dolor y la angustia que aquejaban al vocalista (y único miembro constante de la banda) tras sucederse las muertes de familiares, amigos y rupturas sentimentales. Souljacker fue un drástico cambio de dirección tanto lírica como musicalmente. En los anteriores, Eels sonaba como una banda en apariencia tierna a la que había que hincarle el diente y rascarle para darse cuenta de que lo que estaban exorcizando era dolor en su estado más puro. Aquí abrazaron la distorsión y la potencia de una banda de Rock como no lo habían hecho antes en estudio (como en “Dog Faced Boy” o “What Is This Note?”). Dentro de la discografía de Eels, Souljacker resalta porque se siente como el álbum menos confesional pero al mismo tiempo el más confrontacional. El más directo y crudo (“Souljacker Pt. 1”). El más puro y natural musicalmente, en el que las ideas fluyen libremente y E voltea a ver a su alrededor para relatar historias de outsiders, que como él han sobrevivido a los golpes que la vida les ha atestado (“Bus Stop Boxer”, “That’s Not Really Funny”, “Teenage Witch”). Souljacker es, en resumen, el álbum de Eels que mejor encapsula una presentación en vivo de la banda en su forma eléctrica.

Aquella noche de febrero salí del Aladdin ebrio de cerveza y de alegría. Aun tenía muchas cosas por resolver, pero por dos horas el poder de la electricidad en la música de Mr E y sus cómplices me hicieron sentir que en el mundo hay cosas que valen la pena.

Post escrito por: Ernesto Acosta

Post Relacionados