El temor del segundo disco orilla a que los artistas hagan cosas totalmente diferentes a sus cartas de presentación, en caso contrario, quedan en una zona de confort solapada por sus fanáticos. La neozelandesa Lorde tenía un ran reto, con una edad que no rebasaba los 20 años logró que todo el mundo la volteara a ver con su debut Pure Heroine, porque justamente encerraba esas ganas de hacer música desde las entrañas, que lejos de seguir tendencia la creaba a pesar de estar en terreno Pop donde todo se toma prestado de todos.
Melodrama será la prueba de fuego de Lorde y “Green Lights” es muestra de ello. Quedó atrás esa línea de Hip Hip marcada en el ritmo, mas no en la forma peculiar con la que canta. Ahora tiene un piano, muy de la vieja escuela del House, que levanta la canción y la lleva a explotar el coro. Con tan solo unas escuchadas de la canción ya se nos ha pegado la melodía y, a final de cuentas, eso es lo que el Pop debe de hacer (para bien o para mal).
Lorde ha dicho que ha trabajado como perro durante un año y que la fiesta está por comenzar con este material producido por ella misma, Jack Antonoff y Frank Dukes que nos introducirá a “un nuevo mundo”. Para Beats1, Lorde comentó que esta canción debía de ser especial y singular y que no debía de sonar a nada de lo que había hecho y reflejar todo lo que ha ido descubriendo. Sobre la composición, dijo que fue un momento “eureka” al descubrir la dirección que llevaría el disco.
La canción trata sobre una separación. No es algo a lo que esté acostumbrada a escribir. Me tomó mucho tiempo darme cuenta cómo escribir sobre ello. La canción trata sobre esos momentos que inmediatamente cambian tu vida y todas las cosas tontas que gravitan alrededor de ello.
La producción corrió a cargo de Jack Antonoff de la banda fun. y Bleachers, con quienes solo trabajaría para una canción pero terminaron produciendo el álbum completo. La portada es una pintura de Sam McKinnis.
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