Jorge Dexler @ Teatro Metropolitan

February 26, 2018

Foto cortesía OCESA

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La vida cantando nubes,
buscando que el cielo rime;
dejando la hoja en blanco,
cicatrices que el tiempo imprime.

-Quimera

Por Natalia Girón

No suena descabellado decir que hay un antes y después de Drexler en la música en español, pues durante poco más de 25 años, el cantautor uruguayo —con 13 discos, muchos rincones del mundo visitados y hasta un Oscar—, ha logrado ser referente e inspiración.

Así, la trayectoria que lo sostiene y la reinvención que alienta en cada álbum rindieron frutos ayer en el segundo concierto que ofreció en el Metropolitan como parte de la gira Salvavidas de Hielo, misma que tomaría el nombre de su última producción, lanzada el año pasado.

Por primera vez logró el sold out del recinto, lo cual lo motivó a demostrar su gratitud durante el show, al recordar que en el foro había un gran pacto para dejar afuera los problemas y disfrutar tal como si estuvieras inmerso en el cuerpo de una guitarra.

Las percusiones iniciaron la presentación de a poco al igual que la iluminación en un juego de claroscuros, encargados de mostrar a todos los músicos que acompañarían la velada. El primer movimiento de Drexler fue hincarse ante el público, el cual antes de empezar ya estaba de pie blandiendo las palmas. El escenario estaba lleno: guitarras y percusiones. Jorge al centro, vivo y en” Movimiento“, el tema que abrió y fue una constante durante las dos horas y media del encuentro.

Atrás del cantautor una pantalla circular dividida con líneas horizontales que proyectaba una imagen distinta en cada tema. El setlist fue una tremenda montaña rusa con sorpresas repartidas durante toda la noche.

Para “Abracadabras“, dedicó unas palabras al uso del típico instrumento jarocho para los sones, la jarana, y el primer verso al unísono: “que a la flor de la poesía no hay melancolía que no la riegue”.

Entre una canción y otra, Jorge Drexler contaba una pequeña anécdota que explicaba el génesis de cada una; y más allá del aforo de tres mil personas, el ambiente era íntimo, como una charla de sobremesa entre cinco amigos.

Llegó el turno de “Asilo” para compartir el escenario con Mon Laferte y dos temas después los músicos tuvieron un descanso. Los silencios fueron bien aprovechados por los fans que gritaban sus peticiones, y con suerte se concedían.

En medio del fervor hubo un espacio acústico compuesto de antiguas canciones hasta que apareció El David Aguilar para interpretar “Horas“. Luego, una alusión a Joaquín Sabina con “Milonga del Moro Judío” y “Pongamos que hablo de Martínez“.

Otro de los momentos más emotivos fue la fusión de “Free Fallin’” con “Antes“, en honor al fallecido Tom Petty. Para entonces todo estaba encendido; el ambiente festivo se alargó tras el encore entre gritos, baile y aplausos.

No cabe duda de que el público de Drexler es dedicado, de edades arriba de los 25, cantaban desde lo más a lo menos conocido. Y probablemente la honestidad y las ganas de todos de estar ahí y compartir —incluyendo las de los músicos —, fueron la cereza del pastel.

Salvavidas de Hielo fue un álbum con preponderancia en la experimentación, percusiones, baterías, loops y sintetizadores fusionados con las clásicas guitarras y otras cuerdas interesantes. Si ya lo ha hecho bien, seguramente tendrá más oportunidades para verse consolidado y conectado con el país.

México fue la locación para grabar su último álbum, así como el video de “Movimiento“, que contó con la participación de la corredora rarámuri, Lorena Ramírez.

Jorge Drexler continuará su gira por México con presentaciones hoy y mañana en Guadalajara y Monterrey.

Post escrito por: Natalia Girón

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