Foto Óscar Villanueva
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Por moonman
Uno de los genios del siglo 21 es definitivamente James Murphy. No necesita tener un vestuario exótico, una voz sobrenatural o colaboraciones especiales, lo único que hizo es tener un muy filoso sentido común para expresar fielmente el sentir de un hombre en su “mid-life crisis” y reunir a grandes músicos que hacen música desde el corazón y gozan estar reunidos en el escenario.
Cada vez que se han presentado en la CDMX ha sido épica: desde la vez del Infield hasta el gran cierre en el Corona Capital 2016, por lo que esta tercera ocasión, y con American Dream bajo el brazo, debía de ser igual de grandioso. Lo malo fue que este último disco no fue el protagonista y no tocaron sus joyas como “how do you sleep?“, “black screen” o “american dream“, tal vez por “lo oscuro” o clavado que pudo haber interrumpido el flujo de baile de su setlist. Lo bueno es que cantaron la gloriosa “oh baby“, que como buen track de apertura de disco, fue implacable.
El setlist fue casi idéntico al del Corona Capital por lo que no hubo gran cantidad de sorpresas, esto para nada demerita el valor de LCD Soundsystem en el escenario, quienes transportan con ellos un estudio portátil para cada presentación (y que de hecho inspiró a Soulwax en su más reciente gira) y que generan una increíble interacción entre ellos en donde a pesar de que van sobre las canciones, de repente tienen sus momentos de improvisación. Hasta James Murphy se burló un poco de esto al decir que hacían Free Jazz.
Los grandes momentos: “Get Innocuous“, “Yeah“, “New York I Love You But You’re Bringing Me Down“, “Dance Yrself Clean” y “All My Friends“. Cada una de ellas ya son clásicos en donde nos encanta ver como James suelta sus discursos como si un buen amigo te estuviera dando un consejo. Esa es gran parte de lo que ha hecho a LCD Soundsystem una banda en vías de culto. Esperemos a ver que pasa cuando la vida de American Dream termine.
