Leon Bridges
Good Thing
Columbia
8.7
Por Ernesto Acosta Sandoval @erniesandoval_
El Soul y el R&B son géneros que no tienen mucho arraigo en México. No es algo malo, nosotros tenemos nuestros equivalentes, pero como que en sus poco más de 60 años de vida, nada más no ha terminado de afianzarse del todo por acá. Otis Redding, Sam Cooke, Aretha Franklin, son nombres, si acaso bien conocidos, no están en alta rotación en las estaciones de oldies de la ciudad. Y es una pena, porque aquí está mucho del origen de lo que domina el mainstream en 2018.
Leon Bridges lanzó su segundo álbum, Good Thing, la semana pasada. No es necesario tener un antecedente para poder disfrutarlo y esa es el arma fuerte. No hace falta conocer su disco previo, Coming Home (2015), para entrarle a éste, ni tampoco estar sobre advertencia de los grandes nombres que carga a sus hombros, pero ayuda. Su voz es suave y acariciante, como debe ser en el género; la instrumentación es delicada y nunca se antepone al cantante, también como debe ser en el género; las melodías son ricas y nutridas, y te llevan de la mano a un lugar en el que Bridges te canta sólo a ti, un lugar con luces tenues, cortinas de terciopelo y él en el centro del escenario seduciendo al micrófono mientras te tiene hipnotizado. En sus momentos más movidos recuerda al Prince de principios de los ochenta, como en “Bad Bad News”, pero la nota constante y general es la dulzura y la cachondería de “Beyond” o “Shy”.
Quizá Good Thing no sea el disco del año, pero es un esfuerzo refrescante y se agradece la honestidad con la que Leon se empeña en mantener vivo a un género al que se tendría que regresar sí o sí.
Leon Bridges estará el 31 de mayo en El Plaza Condesa. Más información aquí.
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