RPM: 25 años de Rid Of Me de PJ Harvey

Lick my legs, I’m on fire:
25 años de Rid Of Me de PJ Harvey

Por Ernesto Acosta Sandoval @erniesandoval_

Hace poco volví a escuchar el último disco de PJ Harvey, The Hope Six Demolition Project. En su momento, hace dos años no me fascinó, pero después de verla el año pasado en el Corona Capital tocando canciones de éste, pensé que sería bueno revalorarlo. En esa primera escucha, me pareció disperso, distraído, desangelado. Esperaba algo del tamaño del anterior Let England Shake. No igual, pero sí en el estilo. Lo cual con Harvey siempre es un poco ingenuo porque la constante en su carrera es que no hay constante. Inquieta como es, pronto se aburre de lo que propuso en el momento y súbitamente voltea a otros géneros, a otras maneras de componer, a otros instrumentos, a otras tonalidades. Si uno no entiende esto, ser fan de PJ Harvey puede volverse frustrante. Sobre todo si a uno le gusta un sólo tipo de PJ Harvey. En sus poco más de 25 años de carrera, la cantante británica ha malabareado con el Punk, Trip-Hop, Grunge, con la música de cámara, con el Folk, y ha creado un estilo que no es de nadie mas que de ella. Y todo nos conduce a sus dos primeros LPs, Dry (1992) y el que hoy nos ocupa, Rid Of Me (1993).

Rid Of Me es lo opuesto al debut de PJ Harvey, y por eso funciona. Es un álbum visceral, caótico, ruidoso, sudoroso, furioso y gutural. Su autora ha declarado una y otra vez que no es autobiográfico, y que lo suyo en ese momento, era explorar la naturaleza de las relaciones humanas y lo desastrosas que pueden llegar a ser. Rid Of Me es una bestia feral que respira, enseña los dientes, y se abalanza sobre su presa sin contemplaciones. Como los seres humanos, pues. Por el otro lado, no hay manera de hablar de estas catorce canciones sin traer a colación a Steve Albini y su técnica de grabación. Ya hemos hablado en este espacio de cómo Albini se rehusa a ser considerado “productor”. La palabra para definir su trabajo aquí sería “catalizador”. Desnuda los instrumentos, al tiempo que les otorga una potencia inusual, por momentos entierran la voz de Harvey, sólo para darle a cada canción un sentido de urgencia primitiva brutal. Según lo descrito por la propia cantante, Albini no se metió con las canciones ni con su proceso creativo, no dio sugerencias, sólo colocó los micrófonos en el estudio en posiciones estratégicas y dejó que la banda grabara durante tres días casi ininterrumpidamente. Canciones como “Legs”, “Hug”, o “Rub It ’Til It Bleeds”, se benefician directamente de la técnica.

A pesar de su aparente sencillez, Rid Of Me fue el vehículo por el cual, al final, tuvimos a la PJ Harvey temeraria y explosiva que nunca se cansa de sorprender a nadie con cada álbum que lanza y en casi todos, en especial The Hope Six Demolition Project, hay un poco de esa primera versión de sí misma que apareció en éste, su segundo álbum, no por la música, sino por el poco miedo con el que se lanza a explorar aguas turbias.