Hot Chip
In Our Heads
Domino Records
8.5
Por Marco Avre @moody_
Si somos honestos, la música electrónica podrá gozar de muchas características que la han puesto en boga y han hecho que toda clase de géneros tomen prestados estos y aquellos sonidos para incorporarlos en distintos puntos del mapa musical haciendo que hoy en día sea un estándar en la producción musical. Hemos escuchado a cientos de bandas decir “Vamos a experimentar un poco, vamos a hacer algo más electro” Pero los calificativos de profunda y conmovedora solían estar muy lejos de la electrónica y más lejos aún, de la que apuntaba a la pista de baile.
Hot Chip se inició dentro de ese plano con canciones muy pegajosas, con un sonido minimalista que parecía salir de un teclado para bebés. Sin embargo lograron abrirse camino firme ya que la, relativamente sencilla, complejidad de su música contrastaba con la calidad con la que es concebida, grabada e interpretada en vivo.
Hace dos años, Hot Chip presentaban su examen profesional con One Life Stand, un disco que además de mostrar la evolución de la banda en la parte musical, nos sorprendía con esta línea sentimental acerca de la hermandad, el compromiso a largo plazo y un montón de aspectos que demostraban que los integrantes estaban evolucionando y/o envejeciendo.
Y si ese álbum los graduaba con honores en la escena musical, In Our Heads los coloca en un punto aún más alto. Con este álbum se han convertido en beatos de la música electrónica y como la portada sugiere, asomarse a este álbum es como asomarse por la ventana de una Iglesia, no para escuchar misa, pero algo parecido, las canciones incluidas en este álbum tienen tantos matices y muestran tanta seriedad en comparación con sus producciones pasadas, que podemos dar por hecho que Hot Chip cosechará creyentes fervientes así como detractores que preferirán creer en algo más.
Pero más allá de eso, se podría decir que es el primer disco de Hot Chip que despierta sentimientos que realmente machan con la música. Con Made In The Dark, la banda hizo su primer acercamiento a temas más profundos, pero tuvieron como resultado un Frankeinstein que se notaba más preocupado por la música para la pista de baile y el hit en las listas que por el trasfondo del álbum. En In Our Heads ese equilibrio está logrado casi perfectamente; la instrumentación alude a una banda que se tomó el tiempo suficiente para probar distintos sonidos y las canciones tienen alma propia.
Desde el track uno, podemos intuir que se trata de un álbum más pesado (en el mejor aspecto posible) que los anteriores. La base es más sólida, el acompañamiento dejó de ser de plástico y suena a cristal puro. “Motion Stickness” tiene esta calidad de himno ceremonial que da inicio a este rito musical. “Look At Where We Are” tiene unos toques de R&B que la hacen una de las canciones más profundas que la banda ha grabado y aunque nos remite a ciertos momentos del Made In The Dark, es mucho más contundente, las voces suenan mejor que nunca y la música cierra círculos perfectos que en discos pasados la banda dejaba abiertos.
“These Chains” es otra de esas rolas que enamora inmediatamente y “Night & Day” es la prueba de que Hot Chip no ha olvidado sus raíces, probablemente sea por eso que fue elegida como primer sencillo y guarda el secreto que encierra el álbum completo.
“Flutes” es un punto clave del álbum, tiene tintes más oscuros y cuenta con un coro de niños cuya dicción no entendemos del todo, es como una canción de rueda a la hora del recreo pero en su versión evolucionada. La tensión crece hacia la mitad del track y se resuelve con una melodía más aliviada y más característica de la banda.
Desde ese momento hasta el fin del álbum, las canciones no dejan de sorprender y tal vez se trate de uno de los mejores segmentos en la discografía de la banda. En todo caso hubiera intercambiado las dos canciones del final, dejando la colaboración de Lizzie Bougatsos de Gang Gang Dance en “Always Been your Love” como una penúltima sorpresa para terminar con “Let Me Be Him” que tiene esa sensación del fin de un viaje largo y placentero.
In Our Heads es simplemente la prueba de fuego de la banda, luego de entregar un gran álbum en 2010, Hot Chip demuestra que más que un golpe de suerte, está poniendo en práctica lo aprendido a lo largo de sus años de carrera, pero sobretodo que se están tomando la música (y la vida) más en serio, y al final, ese es el único objetivo de madurar ¿no?.
Video: Hot Chip /// Night & Day
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