Alex Anwandter
Amiga
Chilevisión Música / National Records
9.0
Por Diego Álvarez Rex
Es muy importante hacer ahínco que este no es uno de tantos álbumes de Pop latino que, lanzados y apreciados por montones, al final son apilados en un montón que servirá posteriormente como mero testimonio de una época pero no trascendieron realmente, Amiga de Alex Anwandter es un disco inequívocamente bueno, una construcción mucho más compleja a su antecesor que deja escuchar un compositor que se presionó a si mismo.
En el álbum podemos escuchar canciones cuyo corte es primordialmente electrónico, rico en beats, loops y timbres sintético, y en el que, sin embargo, abundan diversos elementos acústicos, principalmente en los arreglos de cuerdas que toman piezas por demás bailables y les dotan de un valor elevado por su orquestación nada común: ¿Qué será lo mejor de este álbum? Sí sus instrumentalizaciones, sus directas y agresivas letras, o el hecho de ver a un cantautor y artista consagrándose con maestría deambulando en el pop de cámara con elementos como saxofón y piano perfectamente justificados y no como una suerte de trucos baratos para engañar al oído virgen; “Cordillera”, “Intentarlo todo de Nuevo” y “El Sonido de los corazones que se quiebran” podrían ser la antesala al estrellato masivo de un cantante independiente que se ha mantenido silencioso en la música un buen rato pero ha aparecido como portavoz de los derechos LGBT y como director en festivales de cine de modo continuo y muy activo estos últimos años.
Hay un enorme salto en la composición desde Rebeldes hasta este lanzamiento, y lo electrónico, lo orgánico y lo digital dan como resultado un conjunto sónico capaz de alterar los sentidos como un todo o pieza por pieza; desde la calma hasta la tensión, voces que crecen y percusiones que envuelven, con fines nada comerciales pero totalmente mercadeables si se le pretendiera, con todo y alegorías a la sexualidad y la identidad chilena elocuentemente conjugadas para no volverse gaceta pero para contener un mensaje real. “Manifiesto” habla de gritarle al pueblo ser ‘maricón’ sin temor a la muerte, mientras que “¿Qué será de ti mañana?” habla sobre el miedo de la soledad tras exceso y abandono, pero ambas canciones podrían ser sencillos sin problemas, cosa que Alex seguro trabajó minuciosamente: hacer un álbum en que cada pieza se vuelve foro de discusión pero algo que se disfruta sin mucha cabeza.
Si bien Alex Anwandter continúa evocando en su música un estilo de vida nocturna, ya no solo habla de fiestas, salidas y baile sino aborda las consecuencias de dejarse llevar por esa vida, de las traiciones, del temor al mundo exterior pero la curiosidad por este, y las melódicas y construidas piezas musicales se permean de temáticas de profundidad sentimental y sufrimiento explícitas pero con un punto de vista desde la redención y recuperación; Anwandter escribe como sí hubiera pasado un par de temporadas en el infierno y ahora las recuerda como alguien que aprendió y creció, pero a veces remembra con sonrisa algo lastimera.
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