Tropikal Forever

Sonido San Francisco

Agrupación Cariño

Los Master Plus

Sonido Gallo Negro

Por Chispa /// Fotos: Nerea Basterretxea (OCESA)
¡A mover el cuerpo y a zapatearle se ha dicho! Y que mejor que con un gran combo bailador como lo fue: Sonido San Francisco, Tropikal Forever, Los Master Plus, Sonido Gallo Negro, Agrupación Cariño y Radio Rebelde.
El evento comenzó con el sabor peruano y exótico de Sonido Gallo Negro y pese a la poca gente que estaba en ese momento, ellos nos invitaron al baile jocoso, a la locura musical y sobre todo a disfrutar de un evento kitsch. Una de sus canciones que no pudieron faltar fue “Bocanegra” y “Caballito Nocturno”.
Y al puritito estilo de Guadalajara, los bigotones sombrerudos de Los Master Plus llegaron al escenario haciéndonos bailar con sus peculiares covers como “Sexo en Fuego” y “La Última Coca del Desierto”, combinando los ritmos rockeros con sonidos de la cumbia popular y de esta manera la gente comenzaba a entrar en la fiesta rápidamente.
Ya entrados en calor, el momento romántico de Agrupación Cariño llegó, iluminando todo el escenario de azul, el conjunto estaba muy emocionado y la gente con una actitud tropical respondió muy bien cantando el sencillo “Espero que te acuerdes de mí”.
Ahora si, desde Xonacatlán, Edo. de Méx. hasta el DF, ¡a darle tuuuuuurbo! Porque “el género romántico es favorito para sacar a las muchachas a bailar” y no sólo a muchachas también a niños, hombres, abuelitas y a todos a zapatear, ya que Sonido San Francisco con su electrocumbia nos hace sudar como siempre, llenos de energía nos contagian, al ritmo de los timbales y de su cumbia sintetizador, cerrando su presentación con el clásico sonidero “La Guaracha Sabrosona” y “Sonido Inmortal”.
Y para cerrar con broche de oro, y seguir encendiéndonos la fiesta fue Tropikal Forever, ellos nos hacían menear el bote a todo momento, toda la gente estaba extasiada gritaba “¡Niño rata! ¡Niño rata!” y éste salió regalando guitarras inflables al público. El grupo nos deleitó con “Maclovia”, “No hay luz” y “Lo menea”.
Una fiesta donde todos pudimos bailar perfectamente sin necesidad de empujar al otro, se apreció bien a los grupos y la gente tenía ansias locas de bailar, desafortunadamente, en esta ocasión el audio no estuvo increíble, pues en algunas canciones era tan agudo que lastimaba al oído o simplemente los beats iban a destiempo.
Al concluir el Festival Electrocumbiero se veían las caritas de los asistentes ganosos de bailar más, pero temo decirles que hasta ahí fue, ahora esperamos ansiosos que haya una segunda edición y contagiarnos de géneros populares que nos saquen la candela que llevamos dentro.



