Texto: BigIdeas y Christian Montes de Oca /// Fotos BigIdeas (OzCorp)
Hubo dos cosas que me sorprendieron de la presentación de Matchbox Twenty, la primera es enterarme que hasta ahora, 17 años después de que salió su primer disco por fin hayan visitado nuestra ciudad; eso explicaría por qué la Arena Ciudad de México no estaba a toda su capacidad. Debió ser difícil para los fans esa larga espera, sumada a dos especie de sabáticos que tuvo la banda, primero en 2004 y luego en 2008. Se tardaron simplemente demasiado en venir. La segunda cosa fue que la banda ofreció un muy buen concierto, y termine disfrutándolo más de lo que habría pensado a pesar de conocer muy pocas canciones. No sólo tocaron de una forma bastante profesional, sino que además compensaron todos esos años de saltarnos en las giras con un concierto bastante largo (al menos 25 canciones, casi dos horas) que incluyó material de todos sus discos y la mitad del primero. Cuando volteaba a ver las reacciones de las personas, siempre había al menos una persona cantando y bailando.
Mientras Rob Thomas caminaba a lo largo de todo del escenario, a veces estirando las manos para lograr esa conexión con la gente, gesticulando, bailando, aplaudiendo, el guitarrista Kyle Cook, en algún momento después de las primeras cuatro canciones, ya estaba tocando sin playera para quedarse así el resto del concierto, mientras su fleco no se inmutaba con cada solo que le sacaba a su guitarra. Paul Docette, mientras tanto corría por todo el escenario mientras se bamboleaba peligrosamente cerca de la orilla de éste, pero en ningún momento sin perder el equilibrio o el tempo; inclusive hubo un momento en que decidió salir a darse una vuelta por toda la zona de abajo, como si estuviese dando una vuelta de celebración alrededor de una pista olímpica mientras continuaba tocando. Casi para el cierre, durante ésta gira han estado tocando una selección de cóvers, y a nosotros nos toco “Jumpin’ Jack Flash” de los Rolling Stones, el cual no les quedo nada mal para dar paso a “Push”, momento en que a todos, si aún no estaba sonriendo, ahora fue cuando les salió en las caras.
El concierto de Matchbox Twenty, fue una postal de ese momento de los noventas en que la música que estaba surgiendo durante la segunda mitad, mucho más fresa y hacia el pop, fue un sustituto de la agresión que había dominado los primeros 5 años. Para los que estaban en el concierto, fue un regreso a una época más inocente y quizá feliz.
Por parte de Lifehouse pudimos disfrutar de una buena apertura, misma que inicio con unas palabras muy emotivas por parte de Jason Wade, líder de la banda californiana:
“Siempre quisimos venir y tocar para ustedes, estamos felices de estar en México después de 13 años”.
Uno de los momentos mas memorables fue cuando Jason Wade sostuvo en sus manos la bandera mexicana que obtuvo por parte de uno de sus seguidores y la ondeo al ritmo de la música con lo que se llevo una ovación por parte del publico.
En cuanto a sus canciones, fueron muy bien recibidas por parte del publico en especial temas como “You And Me“, “Hanging By A Moment“, “First Time” y “All In” que causaron euforia entre sus seguidores, estremeciendo a mas de uno que no tenia mucho conocimiento de esta banda.














Un concierto espectacular, la verdad muy emotivo, lleno de pasión por parte de Matchbox Twenty, y de Lifehouse, yo los disfruté muchísimo, me encantó el feeling de ambas bandas, Paul Doucette, es todo un personaje en verdad; muy buenas rolas, representativas, de los discos que tienen y la Arena Ciudad de México, me extrañó la verdad que no estuviera mega llena, la parte del centro sí llena, pero en las zonas superiores casi no en fin. espero vuelvan pronto