Mazzy Star
Seasons of Your Day
Rhymes of An Hour Records
8.0
Por Luis Arce @lsfarce
El primer álbum que Mazzy Star lanza en 17 años comienza con pesados acordes ejecutados en un órgano de iglesia. Enseguida, esos acordes son acompañados por dos notas en slide que parecen salidas de un imaginario más cercano al Country que al Dream Pop. La guitarra continúa con su labor melódica y la batería entra para asentar un ritmo lánguido y sosegado. La melodía realiza un pequeño intervalo, el cual, permite la entrada de una voz que resulta exquisita para cualquiera que dispone su atención a lo que trata de decirle. Hope Sandoval toma su lugar en la pieza, y sabemos entonces, que Mazzy Star está de vuelta.
La escena entera evoca la tranquilidad que hace ya varios años hacía de este agrupación uno de los actos más enigmáticos y sublimes de la escena independiente. Hoy eso no tiene relevancia.
La nostalgia que despierta la música popular en nuestros oídos generalmente es de una manifiesta simpatía por lo que Simon Reynolds llamó “retromanía”; sin embargo, bastaría detenernos a repasar nuestro álbumes favoritos para descubrir que el catalizador de esta nostalgia, puede ser un referente sin ningún contenido “retro”. El trastorno de la idea queda mucho más claro en el instante en el cual nuestros esfuerzos por entender un álbum como una pieza de nuestra nostalgia han sido rebasados por lo que escuchamos. En esencia, esto es lo que sucede al enfrentarnos, después de tanto tiempo, con un nuevo álbum de Mazzy Star.
Si Hope Sandoval, hubiese decidido –a pesar de la familiar estructura del álbum y la minúscula reincidencia en canciones de su pasado– lanzar esta colección de canciones dentro de diez años, posiblemente nuestra recepción del mismo hubiese sido parecida. Por un lado, encontraríamos la necesaria justificación del progreso, que espera de toda banda algo novedoso, único y lleno de mejoras; como si se trátase, en suma, de un gadget. Por el otro, un arrebato melancólico cuya verdadera apariencia parece sepultada por la ignición de un deseo satisfecho tras una larga espera. Las dos perspectivas son tan perfectamente válidas, como falsas.
Seasons of Your Day ha de ser asumido como lo que realmente es: un trabajo de composición mesurado y sereno, que sucedió durante largo tiempo, no precisamente porque las ideas contenidas en él fuesen malas o perceptiblemente esquivas; sino porque conocerlas, implica tener la paciencia suficiente para llegar a negarlas. En todo el álbum, que nos muestra momentos de plenitud estilística tan certeros como aquellos de So Tonight That I Might See o She Hangs Brightly, no existe un sólo momento en el cual el grupo busque innovar o crear diferentes instancias sobre la realidad de su música. El proceso de creación, la calma con la cual el producto ha sido creado, siguen siendo los mismos; por lo tanto la canción es de resultados similares. Sandoval y Roback se han negado a cambiar, en el proceso se hicieron más tristes, pero también mucho más sabios.
Debido a esto es posible que las diferentes perspectivas críticas asuman la posición del álbum como algo inmediatamente correcto o simplemente un atrevimiento sin mucho fundamento de la realidad musical de la cual ha venido a ser parte. Como hemos señalado anteriormente, ninguna polaridad es correcta, mucho menos cuando el tema a tratar progresa con una conciencia deliberada del tratamiento estético que sólo Mazzy Star puede proponer para su música. La vitalidad hipnótica de sus primeras producciones, el decantando progreso de los acordes menores, y la extraña sonoridad de una guitarra pulsante, son elementos que persisten porque ellos hacen notorio que, sin importar el tiempo transcurrido, David Roback y Hope Sandoval tienen muy claro lo que quieren lograr con su música.
Esta obsesión los lleva en ocasiones a realizar una respiración aún más ralentizada del proyecto. “Common Burn” y “Seasons of Your Day”, parte central del álbum, son dos pistas llenas de suspiros y contenciones que no buscan evocar una imagen precisa de la realidad contada en la lírica de Sandoval; sino el ejercicio de su contrario: la difuminación, el agotamiento de la imagen en sus colores y lo que estos provocan.
Seasons of Your Day, significa, entonces el capítulo de un historia cuya complejidad nos muestra un aparente vacío. Sin embargo, en esta apariencia, en esa discutida sensatez que implica no decir nada, está también la maravillosa reflexión de un instante completo justo en el momento en el que una voz y un trío de acordes se encuentran de nuevo. La fórmula puede parecer gastada –y de hecho lo es, pero en pocos casos resultan tan vital y tan significativa como cuando hablamos de Mazzy Star.
