Por Jorge Vigueras /// Foto: Viridiana Lazarini @vir_y
Sí alguna vez se preguntaron que si se juntaran casi todos los ex miembros de Guns N’ Roses e invitaran a otras estrellas del Rock para dar una gira mundial llenarían estadios como solían hacerlo en los 90, la respuesta es que no.
La noche de ayer se presentó Kings of Chaos en el Palacio de los Deportes, un colectivo integrada por los ex Guns N’ Roses Duff MacKagan, Slash, Matt Sorum y Gilby Clarke; así como también los vocalistas Joe Elliot de Def Leppard, Myles Kennedy de la banda de Slash y Velvet Revolver, Corey Taylor de Stone Sour y Slipknot; Glenn Hughes de Deep Purple y finalmente al guitarrista de Billy Idol, Steve Stevens.
Uno podría pensar que sería todo un éxito el juntar a tantos artistas de renombre para interpretar los temas más representativos de cada una de sus bandas, sin embargo no dejaba de apreciarse como una banda más de covers y una baja concurrencia a su presentación de anoche.
El concierto tuvo una duración de aproximadamente dos horas, la dinámica del show fue comenzar tocando dos canciones de cada grupo con un vocalista y así cambiándolo en la siguiente. Comenzaron con “Highway Star” y “Smoke on the Water” de Deep Purple interpretadas por Glenn Hughes y Steve Stevens en la guitarra. Después siguió “Do Me a Favor” de Stone Sour seguida de “Rebel Yell” de Billy Idol cantadas por Corey Taylor y tocadas en la guitarra por Steve Stevens quien demostró la excelencia y velocidad que siempre lo ha caracterizado a este gran músico. Siguieron “Animal” y “Pour Some Sugar On Me” de Def Leppard cantadas obviamente por el gran Joe Elliot que fueron de las que mejor sonaron y que también corearon los pocos asistentes. Lo que todo mundo esperaba, siguieron las dos de Guns N’ Roses “Night Train” y “It’s So Easy” entrando Slash en la guitarra con su característica imagen junto con Myles Kennedy en las voces quien las interpretó de forma excelente y con una gran potencia haciendo que no se extrañara a Axl Rose para nada.
Sacaron después las guitarras acústicas y formaron un semicírculo en medio del escenario pasando cada vocalista a tocar una canción. La realidad es que este intermedio acústico no fue tan bueno, parecía improvisado y, aunque la banda quería dar una sensación cálida y acogedora, no dejaba de sentirse como una típica fiesta en la que sacan las guitarras y alguien se pone a cantar. “Mistreated” fue la peor, tema de Deep Purple cantada por Glenn Hughes quien, a pesar de ser un buen vocalista, abusó de sus gritos de alto rango haciendo intolerante la canción. Siguió un breve solo de guitarra acústico de Steve Stevens no tan malo y estilo flamenco. “Two Steps Behind” cantada por Joe Elliot sonó increíble, no como fue “Through Glass” con Corey Taylor que sonó bastante floja. Llegó el turno del gran Myles Kennedy y canto “Fall to Pieces” grandioso e introduciendo a Gilby Clarke en las voces tocaron “Knockin’ on Heaven’s Door” de Bob Dylan invitando al escenario a corear a Grace, una de las hijas de Duff McKagan.
Regresaron al ambiente eléctrico y tocaron “Burn” de Deep Purple, “Communication Breakdown” de Led Zeppelin, ambas cantadas por Hughes, siguiendo “Immigrant Song” de Led Zeppelin con Myles Kennedy al micrófono, “Slither” de Velvet Revolver y “Mr. Brownstone” de Gs N’ Rs con Corey Taylor en las voces, “Tie Your Mother Down” de Queen y “Heroes” de David Bowie con Joe Elliot y para cerrar la presentación, cerraron con dos temas de Guns N’ Roses cantados por Myles Kennedy, “Sweet Child O’ Mine” y “Paradise City”.
No parece ser un proyecto de largo plazo sino más bien un breve pasatiempo para divertirse y sacar algo de dinero por parte de los artistas viajando por algunos países relajándose tocando unos cuantos éxitos de los 90.











