Perfil /// Okills

February 27, 2017

Foto cortesía de la banda

Por José Marr‏ @JR_Marr
Crazy Rhythms Music

Romper las fronteras mediante la música en Latinoamérica es bastante difícil, más aún salir de entre los perímetros de una Venezuela tan conflictuada desde hace algunos ayeres. Sin embargo, para Okills ha sido mucho más fácil de lo previsto dado por sus argumentos musicales, mismos que aparecieron desde hace más de un lustro con un EP de nombre Iniciando Transmisión cual fuera el inicio del éxito y conllevaría a la reedición del mismo en 2013 esta vez nombrado Reiniciando Transmisión. Un par de años más tarde el debut en forma con América Supersónica para 2015 y recientemente lanzado en formato físico en México motivo, por supuesto, del buen recibimiento dado aquí a la banda, de su nuevo domicilio en este país así como las muchas fechas que les esperan para la promoción del mismo durante este 2017, entre ellas, el Vive Latino.

América Supersónica hace bien lo que un debut debe hacer; pulir, definir y de cierto modo consagrar. Y es que los Okills de los primeros años eran un poco infantiles en muchas cosas, principalmente las letras, eran de una actitud despreocupada y a ratos hasta descuidada, aspectos que se han llevado a mejor término, esto se puede deber a que Mauricio Arcas de Los Amigos Invisibles es quien se ha encargado de la producción del álbum, una gente de experiencia que ha sabido guiar bien las intenciones e inquietudes de Okills. De inicio lo dejan bastante claro con tres cortes que bien valen todo el disco, “Céntimos” por ejemplo, recuerda mucho a aquel SiNo de Café Tacvba (“Tengo Todo“) por la forma en que deja lucir las cuerdas de la guitarra, pero sobre todo la soltura y cómo va zigzagueando el canto de Alberto Arcas. Los nuevos elementos hacen brillar su de por sí ya nata frescura sonora, los teclados tintinean, las guitarras son sedosas y hasta un vocoder en segundo plano se hace presente en el track de apertura. Con “Lo Mejor, Lo Peor” no se quedan atrás, son más directos de manera intencionada para crear un hit, pero aún así se lucen con un trabajo de coros dignos de la era del Doo-Wop.

De forma ascendente llegan a esa maravilla rítmica llamada “Humano“, una movida con un tiempo que desde el inicio incita al baile, además es evidente que es la que mejor deja convivir su núcleo orgánico con los embellecedores electrónicos y digitales, igual se agrega el ukelele (o la trompeta del final) así como variedad de teclados y unos siderales loops que demarcan la subida hacia el espléndido estribillo. Parte de esa materia prima está en “Tiempo“, pero esta vez se trata de una canción más serena, más esperanzadora y llena de añoranza por los viejos días para rectificar y lograr un mejor presente. Las letras de Okills como en el caso de “Tiempo” son reflexivas, satíricas, curiosas y hasta cuestionan de manera sutil el sistema en el que nos hemos encerrado, incluso cuando se meten en el más trillado tema para la música que es el amor, lo hacen con estilo, de modo que en “Funcional“, Arcas se acompaña de la voz dulce de Laura Guevara para una conversación entre chico-chica en la que buscan un responsable por el rompimiento de la pareja, aprovechan para de nuevo usar las trompetas y por lapsos decantarse en una especie de cumbia. Hablando de ésto, Okills no le teme a mezclar ritmos tropicales (por ahí hasta mencionan a titanes como Héctor Lavoe y Oscar D’León), la misma banda define lo que hacen como “Rock Tropical“, otra prueba de ello es ese gran sabor que tiene “Asesina” con un candor Calipso exquisito, hasta algo de Bossa sacan a relucir dentro de una canción dedicada a una chica que se portó mal en una relación. Y para sentenciar con totalidad esta influencia al final yace “Omemegú“, un corte totalmente rebosante de folclor al despojarse de los instrumentos convencionales del Rock; es aquí donde toda la paleta de herramientas sale a escena con maracas, percusiones, guiro, charrasca, el ukelele y hasta unos coros rituales,

A pesar de las grandes composiciones y ejecuciones que demuestran la versatilidad de Okills, irónicamente se accidentan cuando quieren crear lo más fácil. Una canción convencional con un buen riff de guitarra les es imposible con “Barranca Del Muerto“, incluso el pad de batería eléctrica la hace más ajena al sonido que hasta ese momento maneja el álbum. Más adelante con “Menos Tú” no termina de cuadrar el estilo de Okills con el Ska de Horacio Blanco de Desorden Público, la teatralidad exagerada es hasta un tanto incómoda de oír.

El talento de Okills es innegable, América Supersónica da pruebas de ello, y un álbum debut con estas muestras augura un gran futuro. Encuentran momentos sumamente lúcidos que pueden trascender como grandes canciones ante cualquier público y no por eso traicionan sus raíces, es ahí donde mejor se mueven, incluso cuando navegan sin triunfalismos en un track tan romántico y placentero como “Después” en el cual se agrega el acento de un liviano acordeón. El tiempo será la respuesta y les dará eso que le falta a Okills, madurez y experiencia; y a nosotros, el tiempo nos dará la oportunidad de escuchar lo que traiga un futuro disco.

Post escrito por: Jose Marr

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