Reseña: Throwing Muses /// Sun Racket

September 7, 2020

throwing muses sun racket

Throwing Muses
Sun Racket
Fire Records
8.0

Por Ernesto Acosta Sandoval @erniesandoval_

En años recientes, Kristin Hersh ha manejado a Throwing Muses más como una válvula de escape creativa que como lo que era en un principio: su proyecto principal. Se ha concentrado en 50 Foot Wave, en su carrera como escritora, y en sus discos solistas. Las Muses han pasado a un segundo plano, pero eso no es algo malo, per se. Se siente, más bien, que para ellos reserva cosas más íntimas, más personales. En 2013, el trío lanzó Purgatory/Paradise, un álbum con tintes experimentales y sumamente introspectivo. Canciones cortas que se complementan con imágenes de un libro que viene en el mismo paquete. Previo a eso, las Muses tenían diez años sin lanzar algo, cuando apareció su octavo álbum y segundo sin título, y que parecía ponerle un punto final a la carrera de la banda. Como si estuvieran cerrando el círculo que abrieron en 1986 con la aparición de su álbum debut, también sin título. El sonido del álbum homónimo de 2003, sin embargo, paradójicamente parecía abrirles la puerta para algo que ya nunca desarrollaron. Un sonido más abrasivo, más cercano al Garage Rock, con la voz de Hersh encontrando una nueva textura y letras aun más abstractas.



17 años después, la banda conformada aun por su última encarnación (Hersh en guitarra y voz, Bernard Georges en el bajo, y David Narcizo en la batería), entrega Sun Racket y parece retomar el proyecto donde lo dejaron en 2003. Aun con mucho del filo que le dio a la banda su lugar como monarcas sin corona del Rock alternativo de verdad independiente de finales de los ochenta hasta mediados de los noventa, Sun Racket no decepciona si uno es fan. Aquí están vertidas las mismas preocupaciones artísticas de Hersh y compañía, pero con la profundidad que sólo pueden dar los años. La voz de su líder se escucha rasposa y sabia, sus guitarras forman una pequeña pared de ruido, el bajo y la batería parecen los cimientos sobre lo que todo se sostiene. Terreno familiar, insisto. Hay algunas reminiscencias a University (1995) en canciones como “Bywater” o “Maria Laguna”. Hay mucha nostalgia por lugares que ya no existen en tiempos que ya pasaron como en “Milk At McDonald’s” y “Bo Diddley Bridge”. Aquí están las mismas estructuras inusuales en cada uno de los diez temas que lo conforman. No es un punto y a parte de lo hecho en Purgatory/Paradise porque, a la par, las Muses lanzaron también un álbum visual como acompañante de estas canciones. Sun Racket, pues, se siente como un punto de encuentro entre el trabajo previo de la banda y el momento más experimental que han tenido.

Sun Racket no le va a traer nuevos fans a Throwing Muses. No es su intención. A pesar de sus 34 minutos de duración, no es un álbum fácil, ni digerible. Ya pasaron esa etapa. Es un álbum, me parece, para ponerse a mano, primero con ellos mismos como banda, y luego con los fans de siempre. Es terreno seguro y conocido, pero visto desde otra perspectiva, la que da treinta años de estar en la trinchera de la independencia, de lo, en verdad, alternativo.

Post escrito por: Ernesto Acosta

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