Post Mortem:
Ozzy Osbourne
(1948-2025)
Por Ricardo Hernández Salinas @kh40ss
En MHR despedimos a uno de los gigantes más imponentes en la historia de la música: Ozzy Osbourne, quien falleció el 22 de julio de 2025 a los 76 años, rodeado del amor de su familia. Desde su ascenso como voz principal de Black Sabbath en 1968, Ozzy inauguró el Heavy Metal con su canto visceral, su presencia hipnótica y una capacidad única de canalizar emociones oscuras y profundas, convirtiéndose en un titán no solo del Metal, sino de la cultura popular global.
Hace apenas semanas, el mundo fue testigo de su último verso en vivo. El 5 de julio encabezó el histórico Back to the Beginning en Villa Park, Birmingham, sentado en su trono negro, enfrentando los desafíos del Parkinson, su voz intacta, en un gesto valiente y conmovedor. Desde ese escenario, Ozzy Osbourne regresó al lugar donde todo comenzó, junto a Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward: el círculo se cerraba con un acto final digno de su leyenda. Hoy sabemos: aquel concierto no fue solo un adiós a los escenarios. Fue su testamento sonoro.
Esa noche, también vivimos uno de los momentos más humanos del Rock: Sid Wilson de Slipknot, le propuso matrimonio a Kelly Osbourne, hija de Ozzy Osbourne, en el backstage, con su padre riendo y bromeando mientras la celebración se volvía un emotivo símbolo de amor, familia y continuidad. Esa escena selló la dualidad de Ozzy como figura pública y figura paterna, recordándonos que detrás del ícono hay un hombre que vivió y amó profundamente.
No sabemos cómo se sentía realmente de salud en sus últimos días, ni cuánto dolor cargó, pero sí sabemos que su última aparición, menos de tres semanas antes de su partida, demuestra su entrega total. En ese trono, enfrentando el escenario por última vez, Ozzy Osbourne nos mostró que la pasión por la música puede superar debilidades físicas, que la lealtad al arte es una fuerza que desafía cualquier caída.
Su legado es inmenso: pionero del Heavy Metal, dos veces en el Rock & Roll Hall of Fame (como solista y con Black Sabbath), e inspirador de generaciones enteras de músicos y bandas que muchas han declarado que sin él no serían quienes son hoy. Y no solo dejó himnos inolvidables como “Crazy Train”, “Iron Man” o “War Pigs”, “Paranoid” sino que también cultivó una comunidad global que celebra su memoria con cada acorde, cada riff y cada grito de resistencia.
Ahora, más que nunca, en MHR invitamos a revivir su legado escuchando su discografía, recordando sus himnos y reconociendo que Ozzy Osbourne no se apaga: trasciende en cada voz que se eleva frente a su legado. Su figura ya no está en el plano físico, pero su instancia sigue viva en nuestra música, en nuestras memorias y en ese imaginario colectivo que nunca lo soltará. Ozzy Osbourne permanece con nosotros. Eternamente.