
Cortesía José Jorge Carreón (OCESA)

Cortesía José Jorge Carreón (OCESA)

Cortesía José Jorge Carreón (OCESA)

Cortesía José Jorge Carreón (OCESA)

Cortesía José Jorge Carreón (OCESA)
Torreblanca @ Lunario:
Un pastel compartido
Por moonman
La historia de Torreblanca y MHR está entrelazada porque iniciamos casi al mismo tiempo y nos hemos apoyado mutuamente desde entonces. Un gran momento de esta relación fue la grandiosa Sesión MHR que grabamos en Ciudad Satélite que pueden ver aquí. Y es que Juan Manuel Torreblanca tiene un centro gravitacional artístico muy intenso que atrae aspectos muy específicos y especiales, de gente que ama la música y que quiere crear un universo paralelo a todo lo que la escena ofrece. De ahí, la encrucijada que siempre ha tenido ¿es Pop? ¿es Rock? ¿es cultural? La respuesta a eso es sí a todo, siempre bajo el sello distintivo de Juan Manuel, que siempre busca jugar con ritmos que suben, bajan, se frenan súbitamente o que se entrelazan con instrumentos pocos comunes de un terreno Pop.
Así fue como Torreblanca, un poco como capricho bien merecido, celebró su cumpleaños en el Lunario donde aún demuestra que el escenario lo vuelve un ser vulnerable, donde la timidez sigue después de tantos años al compartir cara a cara con sus escuchas momentos íntimos escondidos en canciones.
Así comenzó un gran recorrido desde su grandioso EP Defensa con canciones que ya ocupan un lugar especial en muchos de los asistentes que se reflejaba en la forma intensa de cantar cada parte, sobretodo aquellas que calan más o que se identifica uno mejor. Mi favorita de esa época desde siempre ha sido “Nunca acabo lo que empie“. En el concierto, ya adelantándonos unos meses adelante, sonó “Carol Of The Bells” para darle paso a la “fría” y lleno de series navideñas “Parece Navidad“.
Otro gran momento fue cuando sus coristas se disfrazaron de fantasmas para “1000 Fantasmas” y la polirrítmica “Hubo Valor“, otra de mis canciones favoritas porque lo tiene todo: un coro pegajoso, un final donde todos los ritmos se juntan y bailan juntos. Me gustó bastante su nueva canción “Todo lo que diga será usado en mi contra” que es el primer adelanto de la serie de canciones que vendrán.
Lo que algunos no saben es que en los últimos años Torreblanca dejó a un lado la música para atenerse a otra de sus pasiones: el teatro, no solo el musical sino el dramático, de ahí que desde hace años se ha ido soltando aún más en el escenario y ha agudizado su sentido de crear canciones al combinar ritmos, como si fueran personajes dialogando y hubo partes de la presentación que lo demostró.
Otro detalle que cabe recalcar es que no es fácil montar un show como el de Torreblanca, ya que para el Lunario contó con una decena de músicos y coristas que entienden muy bien su pasión por la música, de ahí que digamos que tiene un centro gravitacional muy atractivo. Ya para el final, donde solo faltó el pastel, quedó el gusto de encontrarse con un público muy selecto que comprende muy bien sus canciones, creo que ese fue su mayor regalo.