La Habitación Roja:
Una feliz nostalgia
Por Sadi @sadisky
Una de las bandas consagradas de la escena del Rock en España es La Habitación Roja. Con un sonido melancólico y unos tintes oscuros, se han convertido en una de esas bandas que te generan un mar de emociones al escuchar sus canciones, con las que fácilmente puedes sentirte identificado por los momentos melancólicos que evocan, sin embargo algo que los caracteriza es como trasforman esa melancolía en alegría. Para indagar un poco más en esta dicotomía, platicamos con Jorge Martí previo a su presentación en el Festival Sonorama México.
Hola Jorge buenas tardes, escuché que vienes llegando de viaje, ¿qué tal te fue?
Estuve en España seis semanas, estuvimos de gira en salas de todo el país y yo vivo en Noruega, porque mi mujer y mis hijas son de ahí. He estado tacando esas últimas semanas y hoy volví del último concierto que dimos en Pamplona.
¿El vivir lejos afecta la dinámica en cómo te reúnes con los demás integrantes de la banda?
Bueno, ya llevo así desde casi 20 años. Yo estuve aquí por un intercambio de estudiante de un programa europeo que se llama Erasmus. De estudiantes universitarios de la Unión Europea y vine a caer aquí, conocí a mi mujer y bueno. Llevamos 20 años juntos, prácticamente casi el mismo tiempo que la banda. Pero supongo que ha marcado mi vida bastante eso de vivir en un país diferente a España que es más latino-mediterráneo etc. Y esto es más germánico, nórdico, frío, nieve, lluvia, bosques, lagos, es bastante distinto. Creo que ha hecho tener una mayor capacidad de introspección, hacer muchas canciones, refugiarme mucho en la música porque aquí es una vida mucho más recogida. Esa melancolía en las letras viene marcada mucho en las letras. Me ha hecho echar mucho de menos la familia, el grupo, pero uno trata de sacar la inspiración de lo que va viviendo.
¡Claro! No es lo mismo tener a tu familia 5 minutos, que a 10 horas. Esa parte de la introspección, ¿cómo la interpretas para las canciones de La Habitación Roja?
Uno aprende a estar con uno mismo y a llenar esos silencio y vacíos. Al final a los latinos nos gusta estar con mucha gente, ser sociables, estar en la calle, vamos mucho a bares… aquí es una vida más recogida, el tiempo marca mucho, el clima, y se pasa más tiempo en casa y uno se refugia en la música y tiene sus momentos de leer más, ver más películas, por lo que toco y compongo más. Y en España pasa lo que has dicho tengo a mis amigos, primos, familia a diez minutos. Pero también está bien, tienes una visión panorámica de diferentes culturas, diferentes zonas del mundo, la naturaleza es muy potente, marca mucho es muy inspiradora.
Es interesante esta parte de la “soledad” que está un poco vista como algo malo, pero cuando llevas este proceso de la aceptación y aprendes a convivir con ella, te da una perspectiva distinta en tu vida como de ti mismo
Sí, seguro. Al final he desarrollado una vida más rica a nivel perspectiva. La soledad escogida está bien, la soledad impuesta no tanto y a veces uno se adapta a la soledad que le viene dada y entonces también ese proceso de adaptación se siente de otra manera, por ejemplo, los estímulos como las canciones, las letras, etc.
Que es algo que se ve reflejado en la vibra, las letras y las canciones de La Habitación Roja
Si, nos dijo alguien alguna vez: “Hacen canciones tristes que ponen contentas a la gente” y yo creo que la música de La Habitación Roja cumple esa parte de acompañar, es como que tienen ese punto de melancolía por todas esas cosas de las que estamos hablando, pero al mismo tiempo uno tiene esa sensación de que alguien le está cantando cosas que uno siente y tienen empatía de la música. Creo que ha pasado algo así con nuestra música.
