Lorelle Meets the Obsolete
Corporal
Sonic Cathedral
8.5
Por Diego Álvarex Rex
Sabes que la banda es buena cuando te tomas el tiempo de comparar sus primeros lanzamientos con lo más nuevo y no sólo concluir que es obvio que el sonido y estilo evolucionó de una manera radical, sino que se escuchan como dos grupos completamente distintos.
Está perfectamente documentado el progreso sonoro de Lorena Quintanilla y Alberto González, quienes en un transcurso de siete LPs de estudio y más de diez años sin tirar la toalla, con su nuevo lanzamiento de larga duración se comprueba cómo están creativamente en su momento más rico. No tiene tanto que ver el modo en que ahora las canciones nos evocan más la progresión de improvisaciones en sintetizadores y no un acercamiento tradicional a la composición de canciones, sino la libertad e imposibilidad de clasificación que nos transmiten las canciones de Corporal.
A sabiendas que más que una colección de canciones, sino un material cuya apreciación es mejor de principio a fin, los mismos Lorelle Meets the Obsolete durante sus presentaciones en directo se han encargado de interpretarlo prácticamente en su totalidad durante todas sus apariciones más recientes. Atrás han quedado los momentos de frenesí juvenil de sus primeros lanzamientos, para tener ahora en Corporal capas más maduras en cuestión melódica a través de abrasivas canciones que superan los cinco minutos y fácilmente podrían extenderse por mucho más como “Ker”, “Casi no estar” y “Control”.
Cada lanzamiento de los originarios de Guadalajara y recolocados en Ensenada es un todo que siempre vale la pena esperar, y que al fan aguerrido siempre sale más que contento y de igual manera el escucha pasivo puede ser fácilmente enganchado. Esta etapa enfocada más en el sonido de la electrónica que crece se ejemplifica perfecto en ocho temas en los que además cuentan con la colaboración en la batería de Álvaro Castro (integrante de Tajak y fundador de Hole Records). Es difícil elegir un tema favorito cuando cada canción está permeada de una exquisita esencia de colores que, como salida de alguna flora fantástica, te rodea, te atrapa y te intoxica.
Sensible y reflexivo, este nuevo material representa una etapa de consolidación para la banda pues notamos que todo el LP es el perfeccionamiento de ese acercamiento armónico y mucho más electrónico que la banda nos ha dado gradualmente desde ese Balance del 2016. Conforme pasan los años y los sonidos experimentan nuevos caminos entre su comunicación, como es costumbre, Lore y Beto nos hacen preguntar si Corporal es su mejor trabajo hasta la fecha.




