Por Chulo Castizo /// Fotos: BigIdeas (OzCorp)
En un marco incomparable como el Teatro Metropolitan de la Ciudad de México, y ante un ferviente público, se presentaron los madrileños Vetusta Morla, demostrando su poder de convocatoria y el cariño que profesan a tierras mexicanas.
La masiva entrada viene marcada por los excelentes conciertos que ofrece la banda en cada una de los lugares por las que pasan, por su carisma, fuerza y personalidad, por estar precedidos por multitud de premios en España, y por ser una de las bandas con mayor proyección del rock en español.
Siempre atentos con su público, en esta ocasión quisieron dar las gracias por estar de regreso en un foro de tanto bagaje como el Metropolitan, para posteriormente ofrecer un memorable concierto, poderoso y vertiginoso, y que fue aplaudido enérgicamente desde el patio de butacas.
El setlist del concierto fue una inteligente mezcla de sus dos álbumes hasta la fecha,
Un día en el Mundo (Pequeño Salto Mortal, 2008) y Mapas (Pequeño Salto Mortal, 2011), poniendo especial énfasis en la parte vocal con la colaboración con Carla Morrison en el tema “Maldita Dulzura“, y la parte acústica que brindaron Guillermo Galván a la guitarra y la apasionada voz de Pucho en tres de los temas “Al respirar“, “Rey Sol” y “Baldosas Amarillas“.
Con un comienzo intimista apoyado en luces tenues, fueron subiendo la intensidad gradualmente convirtiendo el teatro en un gran karaoke. Conscientes de estar ante una gran cita modelaron cada tema, jugaron con los medios tiempos, los ritmos y compases y la sensibilidad del público hasta hacerlos acelerar hasta el grado de combustión interna.
Temas soberbios como “Copenhague“, “Un día en el Mundo“, “Sálvese quien pueda“, “Saharabbey Road” o “La cuadratura del círculo” se vuelven inolvidables en este marco.
Las letras mordaces y llenas de intención, se entremezclan con unos estribillos originales y pegadizos, y que amparados en un sonido impecable lograron la conexión mediante los bailes espasmódicos y la capacidad teatral del vocalista. El sexteto compuesto por Pucho, David “El Indio”, Álvaro, Jorge, Guillermo y Juanma, presentaron varios instrumentos poco habituales sobre el escenario, como un bidón metálico al que arremetían con fuerza y que junto a las txalapartas, instrumento musical de la cultura tradicional vasca, crearon ritmos vertiginosos y endiablados que hicieron las delicias de quienes acomodados o en pie conseguían conectar con la parte poética de sus composiciones.
Un concierto sobrio y en la línea de los madrileños. Un repaso en vivo a su tenacidad.










