Babyshambles
Sequel To The Prequel
Parlophone
6.5
Por José Marr @JR_Marr
Han sido 6 años de espera, y 9 para aquellos amantes eternos de The Libertines que vieron enmarcada parte de su juventud por un disco de nombre Up The Bracket. Pero el tiempo desde la salida de Shotter’s Nation, antecesor de éste, ha estado no del todo apagado debido a la inevitable vida pública que rodea a su líder y personaje rebelde Pete Doherty para continuar con las secuelas en la historia de aquella banda en la que compartía lugares con Carl Barat, John Hassall y Gary Powell. Para su anhelado regreso, Sequel To The Prequel continúa quedando en medio del debate que se ha hecho a Doherty: ¿Poeta callejero o músico sin sentido? Ya que es tan decepcionante y complaciente, tan burdo y encantador, tan mediocre pero agradable, sin embargo, este es el álbum que Pete Doherty siempre estuvo condenado a hacer a partir de 2004.
Y es que escuchar el casi nauseabundo tercer álbum de Babyshambles es el equivalente a estar dando vueltas en círculo por la misma canción durante 12 turnos. El golpeteo Post Punk destartalado acostumbrado en sus discos anteriores se siente agotado y sin intensiones serías (“Maybelline“). Esto bien podría deberse a que se sugiere que la mente creativa principal tras éste, fue labor del bajista Drew McConell, esta mala combinación hace parecer llevar la voz de Doherty sostenida apenas en pie logrando enlazar palabras (“Seven Shades“). Por fortuna su don para mostrar su desatinado talento en piezas que provocan emoción gracias a una romántica y a la vez descordinada voz mientras los versos son exclamados con sinceridad y los coros con emoción tal como “Farmer’s Daughter“, y así también en el haber de un par de momentos melancólicos como “Fall From Grace” y “Picture Me In A Hospital“, esta última con un bello acompañamiento de cuerdas y una rítmica tan conmovedora como contagiosa; momentos melancólicos que se atribuyen de nuevo a pecados y arrepentimientos de la inestable vida de su líder, mas aún, no dejan de ser encantadoras, melódicas e interpretadas con suficiente ingenio lírico para plasmarse en el gusto auditivo.
Como extra también Doherty y compañía han tenido un gusto por ser el perfecto ambiente dentro de algún club pequeño a la medianoche, es como suena el perfecto Punk-Ska-Jazz inspirado en The Clash de “Dr. No” a la que solo le faltan algunos chasquidos y palmas que son puestas por quien escucha el disco, así por el receptor contagiado por el sonido, ya que incluso incorpora una rigurosa melódica, así como un divertido Swing y Rockabilly en el tema que presta el titulo al disco en “Sequel To The Prequel” con una gran compañía de un piano de cola.
Esperar de Pete Doherty más de lo que siempre ha hecho sería un error, ya que él tiene un talento distintivo que aunque no tan brillante, sí único. Esto por supuesto no justifica nada, pero al menos la espera ha traído consigo a un autor más preocupado por el presente y Sequel To The Prequel es más cuidado en ciertos sentidos, más adulto. No es un gran disco, pero para los seguidores que gustan de su estilo desde hace 9 años, este álbum es una agradable secuela de tantas precuelas.
malisisisisisisima reseña
¿Malisima como el disco?
Para mi lo único bueno que hizo Pete Doherty es Fuck Forever y aquella colaboración con Wolfman llamada For Lovers.
Noel M. Garcia , ¿fuck forever y for lovers? pffffff, mas personas que se fijan en lo comercial que en la calidad
Jose Estrada otro más de los que piensan que Doherty es un genio incomprendido.
Grace/Wastelands, Down In Albion y Shotter's Nation son solo discos promedio y poco mejores que este Sequel To The Prequel, el único que realmente hizo algo admirable fue John Hassall con Yeti y nadie nunca se lo reconoció.