White Visitation
Maniquí Lazer
Ñaka Ñaka
HDXD
Texto: Chulo Castizo /// Fotos: Roja (Claudia Ochoa)
Durante los diez años que el festival MUTEK lleva celebrándose en México, las apuestas experimentales y las experiencias audiovisuales se han establecido como el patrón a seguir.
La tecnología suele ir ligada al desarrollo de nuevas tendencias tanto en el arte como en nuestra vida cotidiana, por lo que cada organización o evento de características tecnológicas suele estar en el punto de mira de un público ávido por experimentar nuevas sensaciones. Tal y como la utopía que se encuentra en el horizonte, y si yo ando diez pasos, la utopía se aleja diez pasos, si yo camino veinte pasos, la utopía se coloca veinte pasos más allá, y por mucho que yo camine nunca, nunca la alcanzaré… entonces, ¿para qué sirve la utopía?, para eso, para caminar, para progresar.. Y es en ese caminar en donde los talentosos proponen y materializan su utopía.
Para dar comienzo a tales actividades catódicas el lugar elegido fue el Museo Taurino La Faena, en pleno Centro Histórico, y que tal y como reza su propuesta “es el único lugar en el Centro Histórico con su tradicional ambiente familiar”. Toda un declaración de principios para un evento solo apto para oídos experimentados.
La apertura a las actividades musicales corrió a cargo de HDXD, un dúo chileno-chicano proveniente de Monterrey, quienes bajo su tocado medieval, presentaban su EP debut Demoticon, un compendio de Techno Lo-fi y señas industriales. Además podías adquirir su trabajo en edición limitada bajo el formato cassete, y así poder rebobinar sus infinitos loops.
El plato fuerte de la noche para muchos era la presentación de los chicalenses Maniquí Lazer, pero, para esta ocasión dejaron de lado la batería y las cuerdas, y presentaron su proyecto alterno electrónico, que si bien dentro del marco del Mutek es una puesta en escena electrónica experimental muy adecuada, para los fans de Maniquí Lazer no fue lo que esperaban. Dado que aparecían con un nuevo trabajo, Dead Celebration, y como se daba un regreso de tales características, el público se hizo notar antes de su puesta en escena. El trío de Punk Rock de tendencia Electro se dejó llevar por la experimentación de principio a fin, resolviendo su set con una profusa amalgama de sonidos oscuros, desde guturales hasta gritos secos y aturdidos.
Sin tiempo para la paz, Ñaka Ñaka fue el siguiente en subir al ruedo. Quien en ocasiones se ha apoyado en la batería electrónica siendo un dueto, en esta ocasión se presentó únicamente con su creador, Jerónimo Jiménez, haciendo un recorrido de experimentación de música electrónica dando a conocer su último trabajo “Juan Pestañas”.
La noche finalizaba con White Visitation, originario del DF, quien vestido de blanco rasgaba las vestiduras con su techno hipnótico y embriagador, y puesto que el reloj marcaba la medianoche se hizo notar que su magnetismo dubtrónico era el ideal para terminar la faena en una noche repleta de ritmos hipnóticos, oscuros y densos.
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