Por @Lalecce /// Fotos Ricardo Haas-Rivera
En una ciudad como Monterrey es difícil tener a una banda que venga con el reconocimiento de haber tenido uno de los mejores discos del año, y menos que venga cuando ese disco salió el año anterior.
El dueto británico pisaba la ciudad para cumplir con el cierre de su gira por América.
La fecha era un volado para “la escena local”, ya habíamos tenido cancelaciones de bandas como The XX y Tame Impala (por los motivos que sean) y una tercera, de estas dimensiones, nos desmoronaría. Es feo sentir que nunca vas a poder ver a tus bandas, pues.
Llego el día, 8 de febrero y a unas horas de concierto ya había boletos agotados en al zona de Beyond (de pie). Eso aquí no pasa, pero dio gusto que pasara, hasta ver el concierto anunciado en canales de televisión local daba gusto, aunque esto fuera por medio de conductores que no sabían ni pronunciar bien el nombre del dúo.
Uno no es tan puntual, la verdad. Llegué “barriéndome” a las 10:15 PM y puntuales (como buenos ingleses) iniciaron los hermanos Lawrence. Sin fallarle, “F for You” y “When a Fire Starts to Burn”. Para “Boiling” eso ya era un antro, repartido entre tacones de las chicas, besos de parejitas y el sudor de algunos entusiastas (e intensos) bailadores.
En lo personal fue hipnotizante ver a Guy y Howard y su fina escenografía “darle vida” a su música, demostrando que la electrónica no es música de máquinas, es música de oportunidades infinitas.
Llegó mi momento favorito. Una versión extendida del remix a “Running” de Jessie Ware, “Help Me Lose My Mind” y el cierre con “Latch“; estas últimas dos con una sensación hasta liberadora por parte de los ingleses, como soltando el cansancio mezclado con adrenalina que implicaba esta gira por nuestro continente.
Todos salimos felices, era un triunfo para nuestros oídos, era la felicidad de haber visto uno de los mejores conciertos que haya tenido esta ciudad.
Pingback: Gira de Disclosure en México - Me hace ruido