In Grind We Thrash Vol I @ La Cosa Nostra

Por Diego Álvarez Rex
Fotos David Barajas @DavidDBarajas

Muy a la usanza de aquellos desaparecidos festivales en las afueras del área metropolitana que solían suceder a principios de los 90s, la disquera local de Metal, Sade Records, responsable de editar materiales de Voltax, Raped God 666 y Dirty Woman entre otros, decidió organizar su propio encuentro de géneros extremos en el ya conocido La Cosa Nostra frente a la catedral de la lucha libre mexicana.

La asistencia fue considerable ya que el bar se vio lleno como pocas veces, ya que desde temprano había quienes tenían todas las intenciones de disfrutar su “viernes santo” alcoholizado y con los oídos zumbando, y aunque durante las primeras presentaciones la calidad del sonido no fue la mejor, todas y cada una de las bandas del sello Sade, sin contar el invitado internacional, hicieron de la primera edición de In Grind We Thrash algo que esperamos se repita en parte por el debido espacio a la oferta local perfectamente organizado y distribuido, y segundo, a las expectativas de qué podrían hacer para igualar o superar la primer visita de Oscar García a México liderando su propia y muy justificada versión de Terrorizer para interpretar en plenitud el álbum debut de esta pionera y más que célebre agrupación de Grindcore.

Vaffen

Sin muchas presentaciones pero un gran carisma sobre escena (en parte a que el vocalista recibió varios halagos por atuendo muy a la “Chico che”, Vaffen hizo rugir a los amplificadores con su disonante versión capitalina de Thrash Metal cargada de crítica social como “Welcome to Mexico”, “Essence of Disaster” y “Cop Killer” que dejó ver a una banda experimentada, enfocada y con una gran presencia en escena (con todo y escenario desmontable).

Envenomed

Desde las indómitas tierras de Tlalnepantla, México, seguimos con Thrash Metal cada vez más veloz por parte de Envenomed. El trío fue breve pero contundente y en voz de su baterista dejaron ver los primeros pits en el bar que, aunque los presentes caían más por la cerveza que ellos mismos derramaron en el suelo, aún así fue grato ver una respuesta más allá de quedarse viendo al horizonte.

Cacofonía

Tras la cancelación de Atoxxxico por cuestiones médicas, “Thrasher” aún así fue parte del evento pero con su proyecto de Death Grind, Cacofonía, que con casi treinta años de trayectoria editando material en Norteamérica y Europa, girando inclusive Japón al lado de Anarchus y, sobre todo, con un sonido inconfundible y revitalizado ahora por una vocalista, su set fue una gran acierto por la estrecha relación de su disonancia con la del acto estelar.

Strike Master

Uno de los nombres más destacados del metal nacional actual y que incuestionablemente son impresionantes por su precisión, rapidez y presencia en escena; Strike Master convocó un verdadero caos en el bar ya que el solo anuncio de su presencia en carteles trae consigo un considerable séquito que para temas como “Thrashing the Blind School” y “Merciless Machine” se revienta el hocico así como el de su acompañante (este sea parte del pit o no); en definitiva una banda que se ha ganado su espacio por su calidad y su sonido Thrash de vieja escuela pero traído a la contemporaneidad ya con diez años de carrera.

Terrorizer LA

Si bien la “sucursal oficial” de Terrorizer nos visitara hace un par de años para el primer Hell & Heaven Metal Fest que aconteciera en la capital, esta encarnación acompañada de la terminación “LA” es la que de modo unánime entre los seguidores del proyecto y la comunidad metalera nacional tiene mucho más valor “curricular” por el simple hecho de incluir a su vocalista original, y que también fuera miembro fundador de Nausea, otra banda igualmente pionera en sus propias vertientes del Metal y el Punk.

Lo mejor de esta versión de Terrorizer fue que se enfocaron estrictamente en su álbum debut, el seminal World Downfall famoso no solo por ser uno de los tantos hitos musicales de la mano del expatriado y fallecido Jesse Pintado, sino por haber sido lanzado a finales de los ochentas ya cuando la banda estaba separada, jamás dándoles oportunidad de girarlo y promocionarlo debidamente aunque de ese álbum se inspiraran rápidamente toda una camada global de bandas extremas tanto de Punk como de Metal; fue apenas dos años atrás que este “tributo viviente” al álbum se reuniera con la excusa de conmemorar el natalicio número 45 de Pintado en el primer “Grindcore Fest” de Los Ángeles.

Sin más ni más, el carismático español de Oscar García dejó obviar su naturaleza de “Paisano” ya que moreno, chaparro y panzón tiene más pinta de mexicano que muchos de los que desfilaron en escena durante el encuentro y, haciendo eco en que apellidos importantes en el género como Pintado, Araya, Cazares, Borja, Córdoba y Lombardo vienen de familias de América Latina, el caso del Grindcore en México es aún más particular ya que en la capital es uno de los géneros del metal que más cariño se le tienen tanto en vieja como nueva guardia. Acompañado de integrantes no solo de Nausea, Impaled y Manslaughter, destacando a León de Muerte y Carlos Reveles, la ejecución de World Downfall hizo retumbar no solo el piso sino el jodido edificio. Fue realmente impresionante.

Desde “After World Obliteration” hasta el tema que da nombre al álbum, la presentación fue brutal, fue rápida, podrida, agresiva y llena de sangre. Sí, ya había narices y ojos sangrantes desde las primeras canciones y es que la agresividad que contienen esas canciones como “Fear of Napalm”, “Resurrection” y “Dead Shall Rise” en menos de dos minutos cada una puede sonorizar el fin del mundo, y aunque la presentación fue breve ya que no pasaron de su álbum debut aunque bien podrían desempolvar algunas de sus viejas maquetas que aparecieran en recopilaciones posteriores o, ¿por qué no? algo de Nausea, la banda se retiró sin encore o despedidas elaboradas.

Excelente organización, muy buena curaduría, y un estelar prácticamente histórico. El primer In Thrash We Grind fue épico.