Ambiente general
Fuegos de Metal:
La Noche en que el Candelaburm Metal Fest III encendió a León
Por Ivonne Denisse Leyva
7 de septiembre de 2024
Después de una larga espera, el momento tan anticipado finalmente llegó: la llama se encendió y el fervoroso mundo del Metal se reunió en la Velaría de León, Guanajuato. La jornada comenzó a las 12 del mediodía con la banda telonera, Phantom. Sus estruendosos riffs comenzaron a remover a los asistentes del abismo de la rutina, arrastrándolos a la oscuridad de un sonido que prometía intensas emociones.
A medida que la tarde avanzaba, la atmósfera se cargaba con el calor de las bandas nacionales: Devil’s Chils, In Oscurity Revealed y otras, quienes aportaron su talento local, intensificando la llama del evento. La energía del público se incrementó, creando una expectativa palpable para las bandas internacionales que estaban por llegar.
El primer acto internacional en subir al escenario fue Spell, seguido por Sedimentum, Gates of Ishtar, Archgoat, Sorcer y Cruel Force. Cada banda contribuyó a un crescendo frenético que preparó el terreno para Picture, una de las bandas más esperadas de la noche. Picture, con su impresionante trayectoria, ofreció un show que justificó todas las expectativas.
La atmósfera cambió con Saturnus, cuyo sonido más subterráneo y atmosférico sumergió a la audiencia en una experiencia más introspectiva, dejando a los asistentes deseosos de una descarga de energía más imponente.
Y fue Terrorizer quien llegó para romper con ese ambiente Doom. Su presentación fue una explosión de furia y potencia que desató una ola de frenesí entre el público.
Finalmente, el momento culminante de la noche llegó con Dismember. Tras una larga ausencia en México, la banda sueca ofreció una actuación cargada de energía y rudeza que dejó una impresión imborrable. El público, ansioso por revivir la experiencia de ver a Dismember en tierras aztecas, encontró en su actuación el cierre perfecto para una noche que será recordada por todos los asistentes.
8 de septiembre de 2024
Ambiente general
Después de un primer día de pura euforia en el Candelabrum Metal Fest, mosh pits descontrolados y el rugido incesante del metal, la Velaría de León estaba lista para recibir la segunda parte de la celebración. A medida que el sol comenzaba su descenso, la energía del público se mantuvo a flote, esperando ansiosos el inicio de una nueva jornada que prometía ser igual de intensa.
A mediodía, los acordes iniciales de Metalobos comenzaron a calentar motores, preparando a los asistentes para lo que vendría. Ash Nazg Burz, Question y Bellwitch, una de las bandas más esperadas del día, subieron al escenario bajo un cielo fresco y envolvente. La atmósfera se tornó mágica mientras los asistentes compartían su pasión por el metal en un domingo que prometía ser épico.
La tarde continuó con Witherfall, cuyo sonido melódico y potente mantuvo a la audiencia en vilo. Luego, llegó el turno de Pungent Stench, cuya música única hizo vibrar a los más conocedores y preparó el terreno para el legendario Pagan Altar. La banda británica levantó las manos del público al ritmo de sus estuendosos guitarrazos, creando una sinfonía de metal que resonó en cada rincón del recinto.
Con una transición perfecta, Tulus emergió desde las profundidades del Metal, llevando a los presentes a un viaje oscuro y satisfaciente con su ritmo implacable. La noche se encendió aún más cuando Hellripper tomó el escenario, provocando un mosh pit que se convirtió en una danza frenética de hermandad metalera. La pasión del público no decayó, y cada canción alimentó el círculo de energía que se desbordaba en la Velaría.
A pesar del cansancio, la llegada de Psychonaout 4 ofreció un respiro dramático y desgarrador al Candelabrum Metal Fest. La banda sumergió a todos en un mar de emociones intensas, con voces que provocaron escalofríos y una atmósfera de pura oscuridad. La noche continuó con la esperadísima actuación de Sólstafir, cuya presentación cautivó a todos, superando con creces las expectativas y dejando a la audiencia en un estado de admiración total.
Casi a medianoche, Gorgoroth subió al escenario, y su actuación hizo que la piel se erizara. La banda cumplió con creces las altas expectativas, ofreciendo un espectáculo que combinó la perfección del sonido con una atmósfera imponente.
El ambiente estaba cargado de emoción cuando Exodus apareció para cerrar la noche. A pesar de que el público estaba al borde del agotamiento, la banda revivió a todos con su energía inagotable, haciendo que cada puño se levantara y cada cabeza se moviera al ritmo de la música. El final fue un epílogo perfecto para una noche inolvidable.
Candelabrum Metal Fest volvió a superar nuestras expectativas. Nos brindó un festival de altísimo nivel, con un staff excepcional, puestos de comida variados, merch y una atención al público impecable. Agradecemos un año más de levantar el puño en alto y disfrutar de una calidad musical sin igual. Ahora, con ansias, esperamos la cuarta edición: ¿Qué sorpresas nos tendrá reservado Candelabrum Metal Fest IV? Estaremos atentos para volver a encender la llama.