311 @ Six Flags México

Por Andrea López @conejoazulorama /// Fotos:BigIdeas (OzCorp)

Tres veces once: 311 el 11/11/11

Sentí una emoción total desde el momento que anunciaron su visita a México ya que por fin vería a una de mis bandas favoritas desde mi adolescencia noventera. Definitivamente 311 ha sido capaz de mantener la frescura característica en su sonido y al mismo tiempo ser capaces de ofrecer gratas sorpresas, así que verlos en vivo era algo que quería cumplir desde hace mucho, mucho tiempo.

La cita fue en Six Flags, lugar que poco a poco se está convirtiendo en uno de los venues consentidos para ver a cierto tipo de bandas. Los boletos decían que el concierto empezaba a las 8PM, por lo que lo que todos esperábamos que 311 saliera a eso de las 9:30 o 10:00. Yo en lo personal, llegué a las 9 y en el escenario ya estaba un DJ que se encargó de abrirles. Al llegar, quizás no encontramos tanta gente como podría esperarse pero quizás se debía a que el concierto era en viernes, además de que transportarse al sur es un poco problemático. Aún así, había gente comprando boletos todavía a las 9 de la noche. A las 11:00, como era un poco de esperarse, se apagaron las luces y salieron al escenario por fin. El riff inicial: “Beautiful Disaster”, canción con la que abren generalmente sus conciertos. El primer momento crucial de la noche (sí, efectivamente hubo más de uno) fue cuando tocaron “Come Original”, todo el mundo empezó a brincar, bailar y corear la canción, y a la que le siguió su conocidísimo cover de “Lovesong” de The Cure, mismo que fue evidentemente una complacencia específica para el público mexicano, ya que tenían mucho tiempo sin tocarlo en vivo.

Los tracks siguieron, entre ellos “Time Bomb”, y en otro momento cumbre de la noche, la banda dejó el escenario para dejar que su baterista, Chad Sexton, se rifara con un solo de batería genial, esto mientras el crew de la banda acomodaba en el escenario una serie de instrumentos de percusión, al fin de unos minutos todos los demás miembros tomaron una posición, Tim Mahoney y SA Martínez por un lado y P-Nut y Nick en el otro, y se unieron a Chad en un súper solo de percusiones que nos dejó a todos con la boca abierta (en un punto, cada uno avientó una baqueta al aire y las intercambiaron, eso se llama coordinación).

Después de un par de canciones vino “All Mixed Up”, que sirvió para preparar el terreno para que Aaron Willis, mejor conocido como P-Nut, nos deleitara con su acostumbrado solo de bajo, otro momento clave de la noche. Tomó poco menos de un par de minutos para que la gente apreciara la genialidad de P-Nut, después de eso, bastó para que la gente no dejara de aclamarlo y gritar su nombre desde ese momento y durante todo el concierto. Sin duda, Willis puede (y debe) ser considerado uno de los mejores bajistas.

Después de el solo de P-Nut siguieron canciones como “Do you Right”, “Feel so Good” y “Amber”, que siempre consigue arrancar suspiros aquellas que morimos por Nick Hexum. De igual manera, sirvió un poco para intentar calmar a algunas personas del público, que se estaban exaltando, tal vez en el calor de la emoción de ver a la banda… muy probablemente por el alcohol. Cerca de las 12:30 am “cerraron” el concierto con “Creatures”. El encore contó con solamente dos canciones: “Omaha Stylee” y su clasiquísima “Down”, haciendo que bailáramos y brincáramos por última vez en la noche. Hexum la dedicó a los fans de antaño de la banda y agradeció a cada uno por haber asistido.

Como fan de 311 puedo decir que no sólo cumplieron, sino que creo que ofrecieron un muy buen concierto. La banda demuestra una gran energía todo el tiempo y cada uno de sus miembros aporta algo único al show: El pop & rock y scratcheos de SA Martinez son algo muy característico de la banda, sin mencionar su voz; la guitarra de Mahoney, quien consigue poderosos riffs aparentando un mínimo de esfuerzo; los ritmos de la batería de Sexton; las líneas de bajo y el carisma de P-Nut quien se ganó al público interactuando ocasionalmente con gestos, muecas y mostrando la playera que le regalaron (deteniéndola con la boca mientras seguía tocando); y por último, Nick Hexum quien no sólo nos deleita (a mí por lo menos) con su presencia sino con su voz. Sin duda, uno de los mejores conciertos a los que he ido este año y espero que no pase mucho para que se repita.