Kurt Vile
Wakin On A Pretty Daze
Matador Records
7.4
Por José Marr @JR_Marr
Hace ya más de un par de años que Adam Granduciel y Kurt Vile tomaron caminos diferentes, uno continuando al mando de The War On Drugs y Vile consiguiendo más renombre solo que con lo que había hecho antes. Sería bueno, ahora que han desarrollado más sus virtudes y han logrado un respeto en el medio, verlos algún día entregar un disco sumando sus esfuerzos ya que su música se mueve dentro del mismo terreno y beben de las mismas influencias; Neil Young, Buffalo Springfield con un efecto adormecedor, de ensueño, mantra, y por otro lado, abierto, libre pero así también envolvente.
Justo hace 2 años, Smoke Ring For My Halo dio elogios al autor al posicionarlo en un estatus prodigio. Pero no es que él sea un pilar vende discos ni una estrella de la radio; de hecho su arte es poco accesible y hasta extraño, pero los que logran descifrarlo y cuadrar la ligera deformación de su belleza, se encuentran al final con una obra llena de diferentes sentires, libre, cómoda y que recompensa brindando parte de esos atributos al oyente. Para este retorno, es evidente que Vile sabe con exactitud qué es lo que la gente quiere de él, y se muestra más accesible, menos oscuro, amigable y con una sonrisa que da una señal de convivencia armoniosa a lo largo de su quinto álbum.
El título lo dice todo: Vile ha encontrado un punto más sobrio y se siente caminando en un bonito día. Incluso, desde siempre se había pensado que el autor necesitaba de algunas sustancias y narcóticos para hallar la inspiración y esa forma tan condensada de hacer música, pero la idea es errada y al contrario Kurt Vile es un hombre de familia, esposo y padre consiente que se pudo apreciar cuando publicó su canción de adelanto “Never Run Away” donde una de sus hijas aparecía en el video. Aquí, el gancho lírico es simple pero pegadizo, con una eficaz y fuerte pisada bañada bajo una lluvia de Lo-fi y reverb tibio que enfocan todo en una pieza tan dulce como pesimista. Es innegable la sensación de que el guitarrista está enteramente cómodo con su modo de operar; abrir un disco con una canción de casi 10 minutos es valiente, pero “Wakin On a Pretty Day” establece la linea, aclimata y da la bienvenida a un largo camino de 70 minutos que es más fácil terminar que dar media vuelta y retirarse, dicha canción se cierne entre la voz de Vile mientras se envuelve entre diferentes tipos de cuerda de guitarra y despliega un paisaje de colores en calma.
Muy a diferencia de Smoke Ring For My Halo, esta vez en el estudio se encuentran más cosas que una guitarra acústica y niebla, Vile trae en cada canción particularidades más notorias y un poco más de viveza en su tenor vocal. “KV Crimes” es un crudo Rock de los 70 con esos trazos gruesos de guitarra, mientras que “Was All Talk” tiene una caja de ritmos y ni siquiera se siente ajena al cuadro, esta da una velocidad más grande y una necesidad para surcar con mayor agilidad el recorrido de la pista mientras la aleación se baña de Sol. “Girl Called Alex” es un poco más sordo, aquí se evoca de manera oscura un sentimiento de nostalgia en la intimidad de una gruta y por eso el eco de los instrumentos es de mayor grosor. Pero aunque este paisaje nunca tiene una emoción desbordante o el clima nunca se inclina hacia algún extremo, es preciso decir que la naturaleza adorna con diferentes tonalidades a la música y Vile a veces pasea con diferente ritmo su paisaje, así el Coutry álgido de “Shame Chamber” encajaría incluso en las estaciones de radio, y cada aullido vocal en los lapsos instrumentales reaviva el ánimo cuando está a punto de sonar cíclico.
Momento final “Goldtone” y pista más larga de la obra, no es menos encantadora que el resto del álbum, aquí todo florece con extrema delicadeza, cada arreglo es húmedo, fresco y natural, la voz femenina ayuda a dar un toque de amor y más humano al estilo del autor y eso lo hace aún más amigable que el resto de las pistas. El significado de Wakin On A Pretty Daze es simple; el tipo de pistas largas que son las mejores y más sobresalientes del disco, toman significado y se descifran en el correr natural del disco, el nuevo paisaje de Vile se pinta paso a paso, desde la imaginación, boceto, definir los rasgos, se da forma, color, hay temperatura, escalas de azul en el cielo y todo, en 70 bellos minutos del mejor disco de Kurt Vile hasta la fecha.
Kurt Vile /// KV Crimes



