Jungle Fire
Jambu
Nacional Records
8.9
Jambu: Clases de apreciación de la candente nueva generación de música latina
Por Tláloc Ruiz @Tlalocorg
Todo empieza con una fiesta a la que varios chavalos músicos fueron invitados a refinarse un jam así nomás de buena onda, pero ninguno de los que le dedicaron unos buenos pasitos de baile a las finas tonadas, candentes y enérgicas, que se reventaban arriba del escenario se imaginaba que los 10 cábulas que las interpretaban provenían de proyectos bien grandotes. Ozomatli, De La Soul, LCD Soundsystem, son algunos de las bandas de las que provienen, incluso algunos tocaron con Celia Cruz, Stevie Wonder, Kelis y hasta con U2: Así de fácil nació Jungle Fire.
Desde Los Ángeles, estos compas de Jungle Fire vienen compartiendo un manojo de géneros de música de baile de todo el mundo. Le dan al Jazz, juegan sin problemas con el Afrobeat, le rascan a los sonidos psicodélicos, sudan con las cadenciosas notas del calipso caribeño, hacen honor a la fina Cumbia colombiana y mezclan severas descargas de Funk a toda la sopa, pero realmente lo que predomina sobre todo esto son los ritmos más deliciosos de la música latina: un poco de Tumbao por acá, Boogaloo por allá, unos cuantos destellos de Son y un Guaguancó bien disfrazado.
Jungle Fire fueron cobijados por Colemine Records para sus primeras grabaciones, singles básicamente, sin ninguna demora Nacional Records los buscó y lanzaron su primer álbum: Tropicoso (2012). Curiosamente Nacional Records, la disquera de Manu Chao, Los Fabulosos Cadillacs, Ana Tijoux, Aterciopelados y muchos más, igualmente proveniente de L.A., había firmado a bandas de montones de lugares, pero nunca a una banda local y así fue como Jungle Fire se convirtió en la primera banda local en formar parte de su inventario.
Para este año lanzan nuevo disco: Jambú, un inflamable y elegante viaje. Sí, Tropicoso los levantó por las nubes, les dio la oportunidad de viajar por diferentes escenarios y nos hizo gozar, pero este nuevo álbum hará que nuestros pies se vuelvan locos y derretirá la pista de baile hasta llegar al centro de la tierra, no estoy bromeando.
El disco empieza con los movimientos suaves y el juego de palabras de “LA Kossa”, la cual trae precisas olas Afrobeat, efectos de guitarra enmugrados de Psych y unos vientos de Funk muy bien pulidos. Sin ganas de seguir por orden una de mis grandes favoritas es “Lamento Momposino”, llena de sonidos místicos, misteriosos y sensuales, nos lleva a un escenario peligroso, a otra dimensión. “Jambú” es un recargado festejo psicodélico con guitarras disparando efectos por todos lados. Encontramos también la “Cumbia Del Sal”, que quizás no es lo mejor del disco, pero es en extremo festiva, disfrutable y un buen ejemplo de hacer una cumbia.
El jambú es una planta sudamericana, una hierba milagrosa que untada como aceite en el cuerpo puede curar todo tipo de mal e incluso se agrega a cualquier comida para darle sabor al caldo. Y es puntualmente en lo que se convierten las nueve piezas de esta orden del día: en unos sabrosos pasos de baile que curan las heridas y un hirviente platillo de pura vitamina para el alma… ¡Rico!
