Fuente Facebook de la banda
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Dos álbumes para recordar que el Groove Francés no ha muerto
Por AC Tato
Manifestándose de una u otra manera, con más o menos intensidad, la música Disco está en el ADN musical de todo aquello a lo que quieras llamar French Touch. Particularmente la música disco creada a finales de los 70s y primer lustro de los 80s, más plástica y estética; más Pop y menos soul, siempre a la búsqueda de nuevos horizontes, en este mundo o en otro.
Por mera coincidencia el pasado 2 de marzo se presentaron dos LPs de bandas cuyas característica principal es la filia por la música Disco, tratada de manera contemporánea. Dos bandas parisinas, con voz femenina, de la misma generación, en una época donde “gracias” a internet las influencias son diversas y disímbolas y las escenas musicales por género tienden a difuminarse.
L’Imperatrice /// Matahari
(Microqlima)
Después de un par de EPs, de los cuales estoy seguro que en alguna ocasión has oído alguna de sus rolas en algún sushi bar, el sexteto L’Imperatrice presenta Matahari, un álbum de Pop-sintético con mucho sentimiento humano. El primer sencillo del mismo nombre, dedicado a la espía holandesa de los mil amantes fusilada en Paris, es un Space-Disco demencial con arreglos de cuerdas y metales a cargo de Eumir Deodato y un coro que dice “This is your last dance…” que te invita a entregar el resto de tu existencia a este baile del cual sabes será el último y el mejor. ¿Habrá un mensaje que condense de mejor manera el espíritu disco?
Matahari, mezcla el Disco-Funk con canciones de balada romántica para lograr un LP lleno de momentos agradables y de viajes sensoriales de delicadeza y buen gusto destacables. A la ejecución y arreglos musicales de gran calado hay que destacar la pluma, pues las metáforas poéticas son de primera línea, lo cual imprime un aura de misticismo a la música de L’Imperatrice. En suma, todo lo que esperamos de una banda francesa contemporánea fuera y dentro de Francia donde han sido muy bien recibidos por la crítica.
Bon Voyage Organisation /// Jungle, quelle Jungle?
(Columbia/Sony)
BVO, para los cuates, es un grupo que al igual que L’Imperatrice, ha sido montado por un líder (Adrien Durand de BVO y Charles de Boisseguin en L’Imperatrice) que paradójicamente pregona por el espíritu colectivo del Jazz-Funk instrumental. Jungle, quelle jungle? llega después de dos EPs, uno de ellos en el sello de La Femme (Disque Pointu) y de haber producido el último disco de Miriam y Amadou, La Confusion. Producción impecable, arreglos magnánimos y estructuras complejas, este disco es un cofre de donde recuperaremos un tiempo olvidado y desconocido para muchos jóvenes, donde la música se hacía con la idea de trascender.
No obstante las coincidencias, fortuitas o no, y que la integridad de ambos álbumes pueden animar una playlist titulada “French Grooves” junto con algunas rolas de –entre otros- Corine, Breakbot, Yuksek, Betrand Burgalat y las más cachondas de Sebastien Tellier, he de señalar que la diferencia principal entre las dos bandas es profunda. Si el proyecto de L’Imperatrice se decanta por la sensualidad y el erotismo al tiempo que se nutre de la apertura de espíritu Pop, BVO fija sus horizontes en el viaje introspectivo, en la idea de partir y cambiar de entorno (no por nada el nombre). En ese sentido el concepto de BVO, tanto estético como musical es expedicionario al presentarse como un disco-concepto. De uno encuentras en la red decenas de “sessions” de su último disco y entrevistas con los medios, mientras que del otro un sepulcral ostracismo y apenas algunas referencias en medios especializados. En todo caso ambos exploran lo mejor de un “heritage” (patrimonio) que no hace más que engrandecerse y alargarse cuanto más se explora y se re-apropia. Que maravillosos son estos fenómenos de la cultura popular.
