Cortesía TAPE
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Por Josuelo
Beach House regresó a la Ciudad de México por tercer ocasión. Ahora fue en el Auditorio BlackBerry donde saldó esa deuda que quedó pendiente en Ceremonia 2017. En cada visita, tanto los foros como la base de fans han ido creciendo y no es para menos, el viernes 11 de mayo fue la fecha del lanzamiento de su álbum titulado simplemente 7 y que sin duda será una de las producciones más destacables del año en curso.
Para abrir el show, la banda invitada fue Big Big Love, un cuarteto de buenos músicos que en esta ocasión compartieron un set más intenso donde demostraron su gran virtuosismo con piezas musicales de Pop Progresivo, una actuación que logró una buena conexión con los presentes.
La emoción de la gente por ver a los originarios de Baltimore era apabullante. Entre sombras se formaba la silueta de Victoria Legrand, Alex Scally y su baterista de cabecera James Barone, un grupo que no disfruta estar debajo de los reflectores, por lo que prefieren crear ambientes y eso lo consiguen mediante experiencias más sensoriales donde la iluminación tiene una carga más fuerte, con la ayuda de tres mallas que consiguieron darle profundidad en un entorno que va de lo frío a lo cálido, por medio de los colores azules, rojos y verdes pasando por la ensoñación y un cielo estrellado.
El set arrancó con una muy ovacionada “Black Car” proveniente del nuevo disco ya mencionado 7. Al ser este su trabajo más reciente, era evidente que la agrupación tenían más ganas de presentarlo y tocarlo en vivo, lo malo es que cuando el espectador aún no lo ha procesado por momentos la exaltación se volvió gradual, ya que pudimos escuchar seis temas de este material varias de ellas las habían lanzado con anterioridad como es el caso de las impecables “Lemon Glow”, “Dive” y “Dark Spring”.
La banda es de muy pocas palabras, pero cuando se dirigían a sus fans declararon estar muy emocionados por regresar a México y que esta era la mejor fiesta, que no podían estar más felices por estar compartiendo el día de su lanzamiento con nosotros.
Pese a que lanzaron una dinámica para que la gente eligiera sus tres canciones favoritas, al parecer muchos se quedaron con ganas de oír mas temas de sus primeras producciones tales como “Master Of None” omitiendo rolas del Devotion, su segundo álbum. Por lo menos del Teen Dream disfrutamos “The Traveller” y “10 Mile Stereo” pero eso sí, Depression Cherry tuvo más protagonismos, mientras que “Lazuli” y “Myth” fueron las más celebradas. Otro detalle que sorprendió, fue la euforia de los presentes que celebraban cada movimiento de la banda o los primeros acordes con una emoción como si ya supieran que tema estaban por interpretar.
Una emotiva presentación del trío que en vivo llena de paredes sonoras saturadas por las riffs de guitarras con ecos de distorsión, así como la fuerte presencia de los sintetizadores, la espectacular y evocativa voz de Victoria aunado al sistemático y siempre presente control de la batería. Esperamos que para una siguiente visita no se tarden los 5 años que tuvimos que aguantar.
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