Por Ernesto Acosta Sandoval @erniesandoval_
A estas alturas ya no sorprende a nadie que una de las obsesiones de Damon Albarn sea Ray Davies de los Kinks y su manera de plasmar el día a día británico, burlarse de los estratos altos de la sociedad británica y de su desbordado y rancio patriotismo.
En todos sus proyectos, Albarn ha logrado canalizar esta obsesión de distintas formas, desde lo crítico y burlón de la trilogía Modern Life Is Rubbish–Parklife–The Great Escape de Blur hasta lo más urbano de Gorillaz. En el medio está The Good, The Bad & The Queen, su lado más maduro.
En su único álbum hasta ahora, de hace diez años, Albarn se puso su mejor disfraz de Davies y pasó una lupa sobre el Londres del inicio del milenio. Esta semana, el proyecto regresó con un nuevo sencillo, “Merrie Land”. En esta nueva canción, Albarn abraza una vez más por completo la influencia de Davies, pero también, líricamente, tiene que ver con la tradición oral medieval, con el Romanticismo inglés del siglo XIX, y con la poesía victoriana.
“Merrie Land” es el resultado de haber estado puliendo el oficio durante los casi 30 años de carrera del cantante y sus 50 de vida. ¿Es la mejor canción que ha sacado Damon Albarn en años? Sí, sin duda. Es la más sentida también: “This is not rhetoric/It comes from my heart/I love this country”. Si este es el inicio de la etapa más reflexiva y adulta de Albarn, vengan muchas más canciones como “Merrie Land”.
