Reseña: Little Simz /// GREY Area

April 12, 2019

grey aea

Little Simz
GREY Area
Age 101 Music
8.4

La pequeña gran Simz

Por Andrés Quiroz

A sus 25 años, Simbi Ajikawo, posee muchos talentos de los que carece la mayoría de la gente de su edad; el más obvio, una exitosa carrera musical, el menos obvio, una increíble paciencia cuando se trata de perseguir la fama.

En el 2016 sorprendió a propios y extraños con Stillness In Wonderland, una aventura introspectiva basada en Lewis Carroll, en la que buscó una mejor comprensión de sí misma, y aunque paso desapercibida en el radar del mainstream del Hip Hop, gente como Lauryn Hill o Kendrick Lamar, pusieron los ojos en ella con vistas a futuro; futuro que hoy es más que prometedor y evidente con GREY Area.



GREY Area, es un esfuerzo por resolver la imposibilidad de ser joven e indecisa, una mirada íntima a la monotonía de las giras, la lucha de las relaciones modernas, el procesamiento del trauma que genera el asesinato de un amigo, cada una manejada con un toque delicado y hábil, que nunca entorpece la penetrante fluidez de Little Simz. El álbum se convierte en un puñado de canciones de una mujer que responde a un momento turbio. “A veces no vemos la puta vida hasta que estamos fuera de esto“, explica en “Therapy“. “Algunas personas leen El Alquimista y aun así nunca llegan a la mierda“.

El álbum fue producido en su totalidad por Inflo, un amigo de la infancia de Little Simz, quien también es una refrescante bocanada de aire fresco a la escena. Usando mas instrumentos tocados en vivo que sampleos (guitarras, arreglos de cuerda, pianos y baterías en su mayoría), en GREY Area no hay dos canciones que suenen igual, incluso cuando crees que podrán ser similares, los objetivos varían a medida que ella explora en sus muchos ritmos.

En “Offence”, tema que abre el disco, Little Simz se mueve de manera fluida a través de una batería hipnótica, un bajo retumbante, sintetizadores, flautas, y arreglos de cuerdas que nos traen a la memoria a Burt Bacharach a momentos, regalándonos líneas elegantes y potentes como, “Soy Jay-Z en un mal día, Shakespeare en mis peores días”, cosa que creemos por completo al terminar de escuchar el álbum completo. “Soy el jefe en un puto vestido”, línea poderosa y contundente que en “Boss”, retumba a lo largo de sus tres minutos, y que al igual que en “Venom”, te hace pensar detenidamente en la jerarquía patriarcal sin sentido que existe en el rap, y Little Simz lo enmarca de manera aplastante: “Nunca querrán admitir que soy la mejor aquí, por el simple hecho de que tengo ovarios”.

Little Simz se convierte en narrador y filósofo en temas como “Selfish”, una canción que bien podría formar parte del repertorio de Lauryn Hill, con esa vibra y alma de la vieja escuela; “Wounds” que se desliza en el Reggae con una sorprendente autenticidad, gracias a la voz de Chronixx: y “101 FM”, una hermosa base al estilo oriental, acompañada de una fluidez asombrosa, en la cual nos regala pasajes sobre su infancia y educación. “Therapy” y “Sherbet Sunset” son el crescendo emocional del disco. Little Simz analiza una relación rota que ha llevado a la valentía egoísta, y al cinismo emocional que ha prevalecido en todo el proyecto, mientras que simultáneamente, descarta la idea de buscar ayuda mientras destaca sus inseguridades.

El punto culminante del álbum es “Flowers”, una hermosa pieza instrumental, esperanzadora y derrotada al mismo tiempo, con Michael Kiwanuka llevando la atmósfera al siguiente nivel, mientras Little Simz habla del miedo por lo que depara el futuro. Una extraña yuxtaposición, pero que en definitiva funciona, y refleja lo que hace de GREY Area un gran álbum. Es valiente pero vulnerable, enérgico pero reflexivo, y juvenil pero sabio. Si escuchas cualquier canción del álbum, te darás cuenta de que Little Simz es una gran MC, pero con este álbum ha ido más allá, convirtiéndose en una GRAN ARTISTA, en mayúsculas.

Post escrito por: Andres Quiroz

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