RPM: 15 años de Sweet & Sour, Hot y Spicy de Ely Guerra

July 11, 2019

Sweet & Sour, Hot y Spicy

Te miro y siento mi latir:
15 años de Sweet & Sour, Hot y Spicy de Ely Guerra

Por Ernesto Acosta Sandoval @erniesandoval_

Cinco años después de que Ely Guerra sorprendiera a propios y extraños con Lotofire y sus texturas electrónicas, voces susurrantes y loops y sampleos, la cantante dio un giro radical para su cuarto álbum. Regresó a un Rock más directo, más primigenio, pero no por ello menos calculado. Amplificó su voz y el resultado fue el que quizá sea su obra maestra hasta ahora.



Sweet & Sour, Hot y Spicy es todo eso que indica en su título. Va de lo ácido de la abridora “Te Amo, I Love you”, a lo dulce de “Pa-Ra-Ti”, a lo caliente de “Ojos Claros, Labios Rosas”. Y eso es sólo mencionar las primeras tres de las doce canciones que lo componen, pero es que aquí Ely Guerra se desenvuelve como no lo había hecho antes desde el inicio. No es que en sus disco previos no se haya revelado como una de las compositoras más inventivas en México, sólo que no lo había hecho con tanta soltura. Hasta este momento no había explorado los confines de su voz de esta manera, que sorprende por lo expresiva que resulta tanto cuando se va por lo bajo (“El Colchón”), como cuando sube a niveles espectaculares (“Más Bonita”). Este es un álbum pasional que demuestra los lados de un mismo sentimiento: la fuerza que está detrás de un amor brutal, y la ternura que puede provocar el mismo. A veces en la misma canción (“Lucrecia y Rigoberto”, “Quiéreme Mucho”), pero en general a lo largo de la hora que dura. Y es que Sweet & Sour, Hot y Spicy es básicamente un álbum doble disfrazado de uno sencillo. La primera mitad es casi por completo un Rock directo y guitarrero, la segunda se va más por un lado suave y acariciante.

El cuarto álbum de Ely Guerra entra en la categoría de álbumes que no sonaban a nada de lo que estaba sonando en su momento en ningún lado. Sweet & Sour, Hot y Spicy es un álbum único, no sólo en la discografía de su autora, sino entre sus contemporáneos, y es una fotografía de un momento particularmente fértil tanto en su vida profesional como en la personal. A Ely Guerra se le escucha enamorada en cada una de sus canciones, y quiso compartirlo y abrirse de la única manera posible: gritándolo a los cuatro vientos.

Post escrito por: Ernesto Acosta

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