Sonoris Causa /// La Casa Azul: La belleza de las cosas inconexas

December 3, 2019

la casa azul

Foto Lluís Domingo

Por Maza @ideasdelmaza

Hace muchos años, justo en el cambio de siglo, las noticas del Pop (o Tontipop, si se quiere) llegaban a cuenta gotas. Elefant Records apenas era un rumor para muchos de nosotros (inconseguibles los discos) y Family, ya como mito, era el único faro; con un cuantos fans que nos quedábamos azorados de tanta belleza a la que se sumaban los clásicos de ese indie finisecular tan alegre, tan desenfadado y liberado (Niza, Juniper Moon, Los Fresones, Nosotrash, etc.). Ávidos de esos ritmos, un día sin más apareció “Cerca de Shibuya” de La casa azul haciendo eco a ese barrio nipón con una dosis de Pop alucinante. El inicio de la canción tan absurdo, un módem conectándose, daba paso un “nuevo mundo” con un “huracán de sensaciones Pop” que como ellos mismo decían era nuevo y muy moderno.



Preguntando llegamos a unos dibujos coloridos y a un EP, El sonido efervescente de la casa azul (Elefant, 2000) que absolutamente era alucinante. “Galletas” y el himno “Chicle Cosmos” fueron el sello de un flechazo al corazón. Los días se hicieron cortos para escuchar más, para saber más de esa “banda” que parecía salida de un mundo iluminado. Tres años después, dos canciones directas a la memoria y a las venas de rubores, el perfecto cóver –con un doo woop final hermoso y elegante -a Family, “Viaje a los sueños polares” (en el homenaje de la revista Rockdelux), y la canción definitiva del Pop español de principios de los 2000’s: “Como un fan”. Con un video en el que unos chavales pijos se exhibían como la banda y descolocaban la realidad (después descubrimos que todo lo hacía Guille Milkyway). Un track con referencias políticas, futboleras culés y musicales Pop; con un aire nostálgico pero alegre; molesto pero feliz que nos arropó y nos dejó más deseoso que nunca. En ese primer largo descubrimos un nuevo indie del estado español, escueto pero inteligente que abrevaba de un cosmos de pop grandioso Tan simple como el amor (Elefant, 2003) que iba de Italia a Japón. Canciones como “El sol no brillará nunca más“, “Superguay“, “En noches como la de hoy” daban paso a la fiesta de libertad.

Y como si nada pasaron otros cuatro años y de pronto llegó “La revolución sexual” y todo el Pop se reconstruyó. Milkyway lo volvía hacer, una canción cercana a la perfección. Un himno instantáneo de las pistas de baile, con pases de baile integrado, con potencia lírica y libertad apurada. El piano del comienzo sigue siendo un clamor en la pistas (y con el nuevo mix apuntala como pocas). El golpe más fantástico de La revolución sexual (Elefant, 2007) estaba en esa cadencia, en ese ritual de emancipación. Milkyway ya nos tenía adorándole deseándole ver. Pero eran solo esperanzas y gritos que llenaban los ojos y las notas.

Luego vino La Polinesia Meridional (Elefant, 2011), un disco más mesurado pero igual de intrigante y divertido. “Los Chicos Hoy Saltarán A La Pista” fue otro éxito fulminante. Sin embargo, lo siguiente fue el silencio, pasaron ocho años hasta La Gran Esfera (Elefant, 2009) –con algunas reediciones y discos como Milkyway de por medio- pero que parecía dejar fuera de su radar este país y nuestras ganas de cantar con ese sonido radiante. En este último trabajo las texturas Pop se adaptan a los tiempos y temas como “Hasta Perder El Control” y “A T A R A X I A” son una nueva disposición adecuada a una época más sombría pero sin perder el tamiz de brillo y regocijo.

Y como con esos destellos pop, un día el Festival Catrina anunció que La casa azul pisaba territorio mexicano. La emoción se desbordó y comenzamos a planear el viaje a Cholula y todo se hizo más preciso cuando también anunciaron una fecha en solitario en la capital. Ambos shows lucen como un estallido de baile y resplandor. En ambos formatos Milkyway tiene un poder en único; en festivales es una aplanadora de hits y en solitario delinea un viaje más pausado pero en ambos casos es maravilloso. La casa azul ha tardado en venir, pero les aseguramos que la espera no será para nada en vano.

Post escrito por: Maza

Post Relacionados