Reseña: Nick Cave & Warren Ellis /// Carnage

April 21, 2021

Nick Cave Warren Ellis Carnage

Nick Cave & Warren Ellis
Carnage
Goliath Enterprises Limited
8.2

Por Ernesto Acosta Sandoval IG: @erniedoesvinyl

Durante El Encierro 2020, Nick Cave y Warren Ellis se estuvieron rebotando ideas y demos para canciones. También, el australiano dio un “concierto” en Alexandria Palace en donde desnudó mucho del repertorio de toda la carrera de su banda probando la valía de todas esas canciones, que igual dan para llenar una sala con toda la energía que caracteriza sus presentaciones, o bien pueden volverse conmovedoras baladas para piano como si cualquier cosa. El mood de ese concierto virtual parecía ser el mismo que venía cargando desde Skeleton Tree (2016) y en el que se clavó por completo en Ghosteen (2019). Un Cave apesadumbrado, agobiado por el dolor, buscando sin éxito expiarlo y proyectarlo a través de su arte de manera magistral. De hecho, si uno le pone atención a ese par de discos, la participación de los demás miembros de la banda parece minimizada si no es que inexistente. ¿Qué esperar, entonces, de un álbum con sólo su nombre y el de Ellis en la portada? Como casi siempre sucede, Cave es un poco impredecible y lo contenido en Carnage es un distanciamiento, si bien no radical, sí parece querer poner tierra de por medio con lo hecho inmediatamente antes.



Las canciones de Carnage no llegan a lo rocanrolero y humorístico de, digamos, Dig Lazarus Dig!!! (2007) o de Grinderman, por hablar de otro proyecto alterno suyo, pero Cave y Ellis se sienten menos adoloridos. Si tuviera que comparar el sonido de Carnage con algo de la carrera de ambos, y nada más por tener la referencia a la mano, sería con los Bad Seeds de The Good Son (1990) y No More Shall We Part (2001), como en “White Elephant”, que es como la hija perdida de las sesiones de cualquiera de esos dos álbumes con ese quiebre gospel inesperado a la mitad de la canción. Así de amplio es el rango que ambos músicos abarcan en estas ocho canciones. Las letras vuelven a algunas obsesiones bíblicas de Cave, como en “Hand of God” y “Old Time”, a monólogos internos que podrían ser él mismo o alguno de sus oscuros personajes, como en “Carnage”. Tal vez la canción que se siente más cercana a lo plasmado en Ghosteen sea “Albuquerque”, tanto musical como líricamente. Ahí es donde está el puente entre ambos momentos de Cave.

Carnage no es el resultado de su época, por fortuna. Cave y Ellis evitan los temas que atañen al mundo en este momento. Tampoco se siente como un álbum hecho para escapar de la situación, ni ellos lo ofrecen así. Es la obra de dos artistas en completo control de sus habilidades, aprovechando el momento fértil por el que ambos están pasando y llevándolo a otros derroteros de los que saben que saldrán avante.

Post escrito por: Ernesto Acosta

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