Flavia Marsano
Contratiempo
El Volcán Música
8.0
Por Diego Álvarez Rex
La música Pop puede ser suficiente para destruir una vida o bien, curarla de las inclemencias de la vida. Jóvenes y solitarias almas se descubren ángeles que ofrecen palabras de aliento en medio de la incertidumbre. Si Flavia Marsano abre un LP con la frase: “Existir es lo mejor que haces”… ¿Cómo negar una calidez tanto honesta como refrescante en el panorama actual?
Mientras más pongamos el ojo en lanzamientos como estos, donde canciones como “Me Muero”, “Quiero” y “Guinda” nos traen aires reconfortantes de épocas donde se hablaba de gente como Fernando Milagros, La Bien Querida y Astro será más fácil recordar que existe música como esta,
Ah si, el absurdamente llamado “Indie Pop Latino” ¿Qué fue de él? ¿Se extinguió con el auge del género Urbano o fue de las tantas cosas que la pandemia se llevó? Para nada, ahí sigue, pero como todos los años, se vuelve una responsabilidad extra el buscar proyectos que se salgan de la norma por medio de un consciente apego al formato tradicional de la canción.
Originaria de Lima, Perú pero ubicada en Madrid España, Flavia Marsano es la respuesta a un mundo de rimas disonantes y baterías electrónicas cada vez más genéricas, ofreciendo baladas armoniosas y letras inspiradoras como una rebelión a status quo, ¿Será nostalgia esto que sentimos al escuchar su álbum?
Sin mucha técnica o escalas preciosistas, ese ambiente de “álbum de alcoba” permea el material. Canciones íntimas dentro de una habitación que de pronto estallan en colores. El encuentro entre la caja de ritmos y el pop elástico. No hay mucha ciencia, es pop inocente de una adolescente que sueña con crecer y seguir enamorada. Con lo efímero de un día a otro, de la luz que entra por una ventana. “Calor” lo dice todo, son ansiedades y pequeñeces hechas balada.
He allí la notoriedad de un álbum como este, el debut de Flavia Marsano algo tan simple resulta tan extraordinario como una jugosa manzana fresca y roja en una zona de comida rápida plástica y sintética. Tal vez esto sea lo que muchos necesiten para volverse a enamorar de la música Pop.
