Rosalía @ Zócalo

April 29, 2023

rosalia zocalo mexico

Foto Sadi @sadisky

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Rosalía @ Zócalo

Por Samara Vizuet @samvizuet 

La noche del 9 de abril, una amiguita me chismeó que la Motomami le iba a caer gratis al Zócalo y me reí fuerte. No me la creí. El año pasado, una de mis más amadas amigas y dueña de un pedazo de mi corazón, Miry, había visto su show en el Auditorio Nacional. “Me cantó en la cara, le olí el perfume, la tuve muy cerquita”, nos narraba la experiencia con chela en mano y todxs intrigadxs en la habitación nos contagiamos de su entusiasmo y nos alegramos por ella.

Por la mañana del 10 de abril muy temprano, le mandé un audio a Miry para que supiera la noticia: no pasaron ni dos días y ella ya tenía un plan con Airbnb, pomo, amigas y mucho coto para la fecha esperada: 28 de abril, 8 pm, Zócalo de la Ciudad de México. El efecto Motomami. Nos vimos una semana después para echar chela en la Lagu y afinar los detalles: comemos esto, tomamos esto y llegamos a tal hora.

No hay plazo que no se cumpla ni fecha que no llegue (quien sabe): Quedamos de vernos a las 10am en Pino Suárez, he de confesar que cuando acepté, no me pareció una hora disparatada, pero cuando el día y la hora se me materializaron, sentí una ligera nota de arrepentimiento recorrer mi médula: “Creo que es muy temprano” pensé para mis adentros, pero platicando con Yareth, otra querida compañera; concordamos sin queja y con mucho amor en que “una lo hace por las amigas”.
Mirymotomami llegaba tarde junto con otras dos chicas, hermanas y artistas Lau y Karma: “El taxi nos dio una vueltota, las calles ya están cerradas”, escuché cuando me llamó a las 11:55 am, lo cual no me sorprendió ni mucho menos me molestó: era el inicio de una aventura, literal, tendríamos que sortear el sol con una única sombrilla individual, tomar poca agua para no tener la necesidad de ir al sanitario -lo que funcionó porque nunca fuimos-, hubo empujones, gritoneos y sofocamiento, nada que no esperáramos de un concierto masivo con más de 150 mil personas pero ya vivirlo ahí y sentir el sudor pegajoso de las pieles de lxs otrxs es… revelador, jaja. No era mi primer masivo en el Zócalo pero sí mi primera vez estando tan cerca y tan sobria.

No quisiera dar mucho detalle del setlist, ni de lo que representó para mí oírla cantar “La llorona” o coverear a Enrique Iglesias, @sadisky ya se encargará de eso y como bien lo comenta fue una experiencia única.

“Estuvo bien chido en el Auditorio, pero yo veía a todas con sus amigas y ay 🙁” nos contaba Miry mientras transcurrían esas horas (7) abajo del sol, que hizo estragos en nuestros semblantes, maquillajes, outfits y peinados pero nunca en nuestra actitud.

Desde el lugar en el que nos encontrábamos podíamos ver el reloj de la torre Latinoamericana, lo cual representaba una tortura: “ya solo faltan 2 horas y 43 minutos, a huevo” solíamos decir dependiendo la hora y todas reíamos nerviosas por el lento paso del tiempo. No éramos pocas personas esperando, a las 3 pm sabíamos que aunque salir no era complicado y la calle de Palacio Nacional aún era visible, ya no podíamos movernos de ahí.

Nos tomamos fotos, platicamos pero conforme avanzaba el día, también nuestro cansancio, picando y martirizando nuestros talones. Para las 6 de la tarde sentí el primer pensamiento desertor pero ya habíamos pasado por mucho y estábamos tan cerca que no me lo permití, la señal de los celulares también era un caos como en la mayoría de los conciertos de ese volumen, por lo que mi hermana que también se encontraba en el evento, solo pudo encontrarnos una vez que finalizó. Nos cuidamos mucho, siempre todas al pendiente de todas: “¿Quieres agua? ¿Te quieres sentar? Hazte para acá para que no te peguen, amigo, ¿puedes bajar tu codo por favor? Ten cuidado, bájale no te sientas bien acá” Perruchas, diría mi abuela, te duermes tantito y pierdes tu lugar, tus cosas, un zapato.

Cuando Rosalía empezó su show a las 8:20 de la noche me volvió el alma al cuerpo, de un momento a otro tenía la actitud despreocupada de una morra de 17 que había llegado al concierto hace 20 minutos y las horas y horas de espera valieron la pena, si, por el increíble y teatral espectáculo que monta la libriana pero o que me hacía vibrar el corazón era ver la cara de felicidad de mi mejor amiga, vernos contentas compartiendo el momento que tanto planeamos y esperamos, gritando las canciones y pidiendo más, siempre más cómo buenas geminianas.

Mientras Rosalía cantaba: “Las amigas que se besan son la mejor compañía” Miry y yo nos llenamos de besitos de amor, agradecidas de estar literal, hombro con hombro en esta motoexperiencia. Al cuarto para las 10 o poco antes, la Rosi ahuecaba el ala y el caos nuevamente reinó en la plancha el Zócalo, por lo que tuvimos que ponernos truchas y aperrarnos, prensarnos fuerte entre nosotras y fluir, no recomiendo ponerse tiesx en este tipo de situaciones, si recomendaría no caer en pánico, hacer todo lo posible por no sacarse de cuadro, engentarte te puede llevar a una desesperación justificada pero que no necesitas y que en la mayor parte de los casos, no te va a tirar paro. Ubica bien a lxs tuyxs y tus cosas y sobres, es como andar en Pantitlán a las 7 de la mañana.

Al salir encontramos a mi hermana Ayeisha y pudimos irnos tranquilas a descansar: las calles aledañas ya estaban repletas de recuerditos, souvenirs y comida: playeras, gorras, tazas, vasos, calcetas, esquites, enchiladas verdes, rollitos de jamón, tortas, pizzas… recorrimos esas calles y aunque nos veíamos las unas a las otras con el peso del motocansancio en nuestros cuerpos, llegamos a hablar y hablar hasta el amanecer de cómo ni 7 horas de sol ni el sudor pegajoso de los heteros castrosos ni el agotamiento o el sofocamiento nos quitaron la rica sensación de ser las amigas más motomamis del concierto.

Por Sadi @sadisky

Si bien el viajar al centro de la ciudad siempre es una experiencia única, asistir a uno de sus conciertos gratuitos donde en esta ocasión nos sorprendieron con la participación de Rosalía fue único.



Los comentarios negativos y positivos se hicieron presentes, pero dejando de lado un poco ese tema y centrándonos en lo importante, este concierto fue único, empezando porque era la primera vez que asistía a un evento así en el Zócalo, no sabía que generaría tanta afluencia de personas como lo fue esta noche. Era la primera vez que veía a La Rosalía en vivo y vaya que tenía ganas de verla.

Desde muy temprano los distintos medios ya difundían información sobre algunos asistentes que habían acampado otros que llegaron desde la madrugada, pero no fue hasta casi las 10 de la mañana que le dieron el acceso a las personas que soportaron el calor incesante que hubo este día. Aunque nosotros llegamos alrededor de las cuatro de la tarde, a lo largo de plancha del Zócalo se veía como bastante gente comenzaba a llegar mientras que otros estaban sentados en el piso cubriéndose del sol con sombrillas otros comían algo mientras esperaban que llegara la hora.

Poco a poco las horas pasaban, el sol bajaba, la noche se hacía presente y el momento comenzó cuando de fondo comenzaba a sonar “Saoko“, que hizo cantar a todo el Zócalo abriendo su presentación de una forma brutal, donde los temas que más le gustan al público sonaron de inicio a fin como “Bizcochito” o “La Fama“. Aunque momentos antes varios nos preguntábamos sobre si llenaría la plancha, ya que se veía poca gente aun para este momento y se percibía gente desde la avenida principal así como las calles aledañas, pero eso no fue pretexto para hacer explotar a los asistentes con “Despechá” o emocionar a más de uno con el cover a “Blinding Lights“, para seguir con un momento en el que Rosalía como mostró de agradecimiento ante el cariño que tiene por nuestro país, interpreto su versión de “La Llorona” acompañada de su piano para seguir con “Hentai“.

Si aún no han visto una presentación de Rosalía en vivo, se lo recomendamos, ya que es garantía de que verán un show que les volara la cabeza con momentos tranquilos para después volver a brincar, cantar y más si “Motomami“, “La Combi Versace” o “Con altura” suenan de fondo, pero sobretodo como es típico en los conciertos, las lucecitas de los celulares se hicieron presentes al momento de hacer ese gran cover de “Héroe” de Enrique Iglesias, que siendo sinceros le da un toque único. Llegaría todo a su fin con “Chicken Teriyaki” y “CUUUUuuuuuute“, si pueden y tienen de ver a la Rosalía en vivo en verdad háganlo ya que podemos decir que valió la pena soportar el calor del sol.

Post escrito por: Sadi

2 thoughts on “Rosalía @ Zócalo

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